joseba Eizagirre
MOTOR

La historia de la automoción vasca

Con motivo de su 25º aniversario, el Clúster de Automoción de Euskadi-ACICAE ha reunido en una histórica exposición en su sede de Amorebieta una muestra de diez coches y nueve motos fabricados en instalaciones vascas desde 1928 hasta la actualidad. Algunos de ellos son modelos que se han fabricado en serie, como la furgoneta DKW Auto-Union, pero otros son piezas únicas que no llegaron al mercado, como el “Donosti” de 1928, el “Estancona” de 1953 o el “Aurora”, diseñado en 1998 por el controvertido ingeniero industrial Iñaki López de Arriortua.

El presidente de ACICAE, José Esmoris, señaló en el acto de inauguración que la muestra representa una «colección histórica», porque hasta la fecha estos vehículos no habían sido nunca reunidos. Inés Anitua, directora de ACICAE, añadió que esta selección de vehículos muestra «una visión simbólica de cómo fue y cómo es el desarrollo industrial de nuestra tierra».

Anitua apuntó que, tras estos vehículos, había «muchos talleres que hacían de todo» y que, tras su especialización en determinados componentes, han dado lugar 100 años después a la actual industria, formada por más de 300 empresas.

Según los datos facilitados por los responsables de ACICAE, la facturación del sector alcanza en la Comunidad Autónoma Vasca los 18.000 millones de euros, que seguramente llegarán a 20.000 millones en 2018, mientras que da empleo a 41.000 personas.

La muestra reúne ejemplares únicos como el automóvil “Donosti”, construido en 1928 por los propietarios del Garaje Internacional de Ategorrieta y que fue presentado en el circuito de Lasarte en presencia del rey Alfonso XIII. Aunque la idea de los constructores era fabricarlo en serie, únicamente llegaron a hacer el prototipo que, milagrosamente, ha llegado hasta nuestros días en perfecto estado de funcionamiento.

Otro de los ejemplares únicos es el “Estancona”, un automóvil de diseño similar al Morris Minor británico, construido en 1953 en Durango por José Estancona Acha. Pese a que la previsión era fabricar 2.000 unidades, solo se construyeron dos berlinas y una furgoneta, ya que sus impulsores no contaron con apoyo oficial.

En cambio, uno de los modelos cuya producción sí arrancó fue el utilitario “Goggomobil”, fabricado en Mungia a partir del año 1962 y del que se hicieron 300 unidades, aunque diversos problemas financieros y de mercado pusieron fin a su producción en 1965.

Entre los proyectos más recientes, destaca el “Zeus”, la apuesta por la automoción eléctrica impulsada en los años 90 por MCC e Iberdrola y del que solo se fabricaron cinco unidades; o el “Aurora”, un proyecto impulsado por el exdirectivo de Volkswagen y Opel Iñaki López de Arriortua y que iba a servir de embrión de una fábrica de automóviles en Boroa, aunque el proyecto nunca salió adelante. El coche ha permanecido veinte años oculto en manos de BBK, que fue quien puso los 3 millones de euros que costaba el proyecto, y se ha podido ver por primera vez en esta exposición, ubicada precisamente en los terrenos donde iba a levantarse la planta de fabricación (que actualmente alberga la sede de ACICAE).

Modelos comercializados. Entre los modelos que sí llegaron al mercado, se encuentra la furgoneta DKW Auto-Union F800, fabricada en la planta de Imosa en Gasteiz, que actualmente acoge la fabricación de las modernas Vito y Clase V de Mercedes Benz, presentes también en la muestra.

Y entre las motos, en la exposición no podían faltar ejemplares del scooter Lambretta, fabricado en las instalaciones de Eibar de las que salieron miles de unidades entre los años 1954 y 1984; de la VeloSolex de Orbea, fabricada en los años 50 por la firma vasca a través de un acuerdo con la francesa Solex; o del ciclomotor que BH fabricó a finales de los años 50 con motor de la firma francesa Mistral.

Finalmente, entre los proyectos más actuales, se encuentran el coche Zacua, un proyecto mejicano en el que participa la empresa vizcaina Dynamik; y la moto Urban de la marca Nuuk de Etxabarri, propulsado por un motor Bosch. Ambos proyectos se encuentran en proceso de lanzamiento y fabricación.

Una veintena de modelos navarros

La historia vasca de la automoción no estaría completa si no incluyéramos los coches fabricados en la planta navarra de Landaben, que desde el año 1965 ha visto salir de sus líneas de montaje casi una veintena de modelos diferentes, hasta alcanzar los 8 millones de unidades.

La fábrica se asentó en el año 1966 en unos terrenos del concejo de Arazuri, de la mano de AUTHI (Automóviles Hispano Ingleses SA). En esta época se fabricaron modelos como el Morris, el MG, el Mini, el Mini Van o el Austin Victoria, alcanzándose una producción de 131.744 unidades. Finalmente, en 1975, solo dos años después de que British Leyland adquiriese el 98% de las acciones de AUTHI, la compañía se declaró en suspensión de pagos.

En el año 1975, la Sociedad Española de Automóviles de Turismo (Seat) salió al rescate de la planta navarra y, en colaboración con la firma italiana Fiat, puso en marcha la fabricación de modelos como el Seat 124 –que llegó a conocerse como Seat 124 Pamplona, en la imagen– o los Lancia Beta Coupé y HPE. A estos modelos sucedió en el año 1980 el Seat Panda, uno de los coches más populares de aquella época y que relanzó la producción de la factoría navarra. En esta segunda etapa se fabricaron un total de 284.225 coches.

Después de cuatro años, en 1984, se inició la tercera etapa, que tuvo como precedente la ruptura de la alianza tecnológica que Seat mantenía con Fiat. En su lugar, se firmó un nuevo acuerdo con la compañía alemana Volkswagen, lo que dio lugar al inicio de la fabricación del Polo, un modelo que sigue produciéndose en la actualidad (se trata de la sexta generación) y que a lo largo de sus 35 años de historia arroja una cifra de 7,5 millones de unidades fabricadas.