TERESA MOLERES
SORBURUA

El vecino de al lado

Existen unas reglas para llevarnos bien con los propietarios del jardín o huerto vecino; reglas que debemos conocer y respetar. Además, también hay que tener en cuenta las ordenanzas municipales y de comunidad existentes. Por ejemplo, debemos saber que a la hora de plantar un árbol o un arbusto cerca de la valla compartida este debe colocarse, por lo menos, a dos metros de distancia de la línea de separación entre los dos terrenos, cuando la altura en madurez vaya a ser de más de dos metros. Esta distancia será de medio metro para un árbol pequeño. Por otro lado, la plantación en espaldera no debe sobrepasar la altura del muro de separación.

Si los árboles del vecino pasan sobre el terreno colindante, no se pueden cortar las ramas, por lo que hay que llegar a un acuerdo entre las partes. Sin embargo, si lo que pasa debajo de la valla son las raíces sí se pueden cortar, siempre dentro del límite de la propiedad. En cuanto a los frutos caídos sobre el terreno de al lado, según qué sentencias, se pueden recoger; en otros casos se dice que el dueño del frutal lo es también de los frutos caídos.

Respecto a los humos y olores de la barbacoa, el humo lo trae el viento o sea que no hay nada que hacer y el vecino no es responsable. En algunos lugares está prohibido, normalmente por ordenanzas municipales, usar la barbacoa en verano. Y si se hace, debe ser siempre vigilando que no sea vieja y que no haya vegetación seca e inflamable cerca. En cuanto al ruido del cortacésped, si la contaminación acústica es considerable, funciona la denuncia. Es frecuente que en algunos municipios esté prohibida su utilización los domingos y festivos. Hay ruidos, como ladridos y música, sobre todo por la noche, que por su duración y volumen son especialmente molestos, por lo que sus propietarios deben moderar su intensidad o arriesgarse a ser denunciados.

Sobre el derecho de paso temporal de maquinaria para realizar obras en la casa adyacente, no se puede prohibir el paso de esta maquinaria, aunque se pueden pedir datos sobre la duración y el horario de la obra. A la hora de reparar la valla o el muro medianero, normalmente los gastos se pagan entre las dos partes. Sin embargo, si uno de los vecinos es responsable del deterioro, él debe hacerse cargo del gasto.