La mala salida de Wall Street inclinó la balanza hacias las pérdidas por la tarde, después de haber visto al Ibex por la mañana rondar los 10.950 puntos. Los inversores del otro lado del Atlántico fueron arrastrados por el pesimismo por los malos datos. En esta fase de recuperación de la economía, con la Reserva Federal a punto de eliminar los estímulos y el empleo con indicios de mejora, los reveses de la macroeconomía hacen aún más daño. Así, los pedidos de bienes duraderos del mes de agosto cayeron un 18,7%, con lo que establece un récord histórico desde que se abriera la estadística en 1992. Además, la semana pasada hubo 293.000 peticiones de subsidio de desempleo, frente a las 281.000 del periodo anterior. Pero esta referencia, aunque negativa, se ajustó a la previsión mayoritaria. Hoy se publica el PIB definitivo del segundo trimestre en EEUU y los pronósticos apuntan al 4,6%, por encima del 4,2% de la estimación previa. El Ibex fijó su último cambio en los 10.783,10 puntos, tras descontar un 0,68%. En Europa, el desenlace fue todavía más negativo. Londres bajó un 0,99%, París, un 1,32%, y Fráncfort, un 1,57%. En el Ibex brilló Bankinter (+0,62%). Entre las caídas, los más perjudicados fueron Sacyr (-3,20%), Gamesa (-3,04%) y Mapfre (-2,77%). Entre los grandes, todos en rojo, los peores fueron Inditex (-1,55%) y Repsol (-1,03%). Dentro del Cac, Legrand (-4,30%), Carrefour (-2,98%) y Danone (-2,78%) registraron los mayores recortes, mientras Gemalto (+2,27%) y Airbus (+2,19%) lideraban las subidas.