EDITORIALA
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Otra Nafarroa en tres pasos: elecciones, auditoría, igualdad

Una sentencia de la que hoy da cuenta GARA corrobora que la Universidad del Opus Dei tiene que pagar impuestos por las matrículas gratis a sus trabajadores, cosa que no ha hecho jamás. Lo novedoso, conviene subrayarlo, no es el hecho en sí, conocido desde hace tiempo y denunciado incluso en la comisión parlamentaria por la exdirectora de Hacienda Idoia Nieves, sino el fallo judicial que evidencia el trato de favor concedido por UPN. Aquella comisión se cerró en falso, pero los hechos posteriores conocidos han dado la razón a lo revelado por Nieves, tanto en este expediente como en el de Osasuna y el de Volkswagen. Tres vértices del mismo triángulo diabólico: el mal uso del dinero público por parte del régimen navarro.

Aquellas comparecencias se desarrollaron hace un año y debieron dar paso a un adelanto electoral debido a la gravedad de las revelaciones. Yolanda Barcina logró evitarlo y apurar el calendario de la legislatura hasta el fin. Pero ha ocurrido lo que entonces ya se intuía: las cosas han ido a peor todavía para el Gobierno de UPN y quienes le sostienen.

Ahora el régimen tiene que enfrentarse ineludiblemente a las urnas, donde las opciones de un vuelco son sólidas ante la evidencia del derrumbe. Pero visto lo visto eso solo sería un primer paso. Resultará necesaria luego una amplia auditoría que refleje cuál es la realidad de las cuentas navarras y hasta qué punto se puede recuperar lo dilapidado en estos desmanes. Y todo con un horizonte a no perder de vista: que en Nafarroa deje de haber ciudadanos y grupos sociales de primera y de segunda, una división alimentada durante años con todos los resortes del poder, incluida la Hacienda.