Iñaki LEKUONA
Periodista

Desmemoria general

En mayo de 1941, con la mitad atlántica de Francia ocupada por el ejército de Hitler y la mediterránea dirigida por el gobierno pronazi del mariscal Pétain, en su cuartel de Londres el general De Gaulle aceptó un acuerdo con Manuel Irujo, representante del Gobierno Vasco en el exilio, para que éste participara activamente en la resistencia antifascista. Apenas cuatro años después, con la Wehrmacht en retirada, el Batallón Gernika culminaba su participación en la guerra tomando parte en la batalla de Pointe-de-Grave, al norte de Burdeos, que finalizó con la rendición total de los nazis y que este fin de semana se conmemora. El 22 de abril de 1945, el propio De Gaulle, se dirigió de manera solemne a Kepa Ordoki: «Comandante, Francia no olvidará jamás los esfuerzos y los sacrificios realizados por los vascos en la liberación de nuestro suelo».

25 años después, en un viaje turístico por la España de la dictadura y ya como presidente dimitido, el general no tuvo reparos en apretar la mano del generalísimo, la misma que había estrechado décadas antes la de Pétain y la del propio Hitler. De Gaulle declaró en aquel entonces que Franco le pareció un hombre «muy viejo» aunque con «buena memoria», una cualidad de la que él mismo carecía. Esa falsa desmemoria general, 70 años después, no se olvida.