GARA
BILBO

El alumnado de Medicina avanza con propuestas hacia la euskaldunización

Ante la dejadez de los responsables docentes e institucionales, los propios estudiantes de Medicina de la UPV-EHU han elaborado un decálogo para la consecución de un sistema de salud euskaldun. Aprovecharon el acto de licenciatura en el Euskalduna para difundirlo.

Un grupo de estudiantes de Medicina de la UPV-EHU aprovechó el acto de licenciatura celebrado el pasado viernes en el Palacio Euskalduna, en Bilbo, para reivindicar el derecho a estudiar esa carrera en euskara, una posibilidad que a ellos y ellas se les ha hurtado, y hacer una apuesta nítida en favor de un sistema de salud euskaldun. Lo hicieron en presencia del decano Enrique Hilario, el rector Iñaki Goirizelaia y del consejero de Lakua Jon Darpón, quienes tuvieron que escuchar las dificultades que les ha acarreado su elección de estudiar en euskara y el reproche de haber hecho caso omiso a los intentos de arreglar la situación. «Hemos querido estudiar en euskara, pero ha sido imposible porque falta voluntad por vuestra parte», espetaron los futuros médicos.

Estos aprovecharon para hacer públicas sus demandas tanto en el turno de palabra como en el momento en que se les hizo entrega de su título y de la banda que lo acredita, cuando cada uno de los nuevos licenciados entregó a las autoridades universitarias e institucionales un decálogo de propuestas para la conformación de un sistema de salud euskaldun.

En el documento se explica que si bien es posible realizar el primer ciclo de la carrera completamente en euskara, «en el segundo ciclo la situación es totalmente diferente», indicando que en la Unidad Docente de Basurto hay un 50% de asignaturas obligatorias en euskara, un 36% en Gurutzeta, un 65% en Donostia y un 0%, es decir, nada, en Txagorritxu.

Ninguna importancia

Los estudiantes recuerdan que, según el convenio entre Osakidetza y la UPV-EHU, para impartir clase en una unidad docente es necesario estar contratado por el hospital adscrito, pero consideran que ese convenio «ha quedado obsoleto por no adaptarse a las necesidades actuales». Asimismo, tras señalar que la responsabilidad de las contrataciones se reparte entre cada departamento, el Decanato y el Rectorado, lamentan que «los criterios de contratación no dan ninguna importancia al conocimiento del euskara», y sí «a méritos y relaciones personales». A su juicio, «Decanato y Rectorado muestran una total falta de interés por el asunto».

No solo eso, sino que, según denuncian, «los profesores que imparten clases en euskara tienen peores condiciones de trabajo en comparación con sus homólogos», con trabajo de traducción, horarios y calendarios descompensados. El problema, con todo, no atañe solo a la Universidad. Los estudiantes censuran también que «Osakidetza no muestra el menor interés en este problema», y critican que «tras terminar la carrera de Medicina, la formación posterior que recibiremos será íntegramente en castellano, limitando así la posibilidad de asistir a los enfermos en euskara».

Batería de propuestas

El diagnóstico es por tanto elocuente de la dificultad que tienen los aspirantes a médicos y médicas para ejercer su vocación en su lengua, y partiendo de él han hecho una serie de propuestas para que sean tomadas en cuenta por las instituciones. Entre ellas, citan la necesidad de «mantener el grado de euskaldunización conseguido hasta el momento», de modo que si hubiera algún problema con alguna asignatura se trabaje en ello «respetando la docencia en euskara». También consideran necesario que Euskara Batzordea comience a funcionar lo antes posible, «realizando reuniones de forma periódica, celebrando las mismas en las unidades docentes y aumentando la participación de los alumnos en las mismas, especialmente en el segundo ciclo». Los estudiantes de medicina –el decálogo ha sido firmado por alumnos y alumnas de todos los cursos– creen asimismo que el convenio entre Osakidetza y la UPV-EHU necesita renovarse, y que la posibilidad de impartir clases, tanto prácticas como teóricas, necesita extenderse a toda la red pública de Osakidetza».

También piden que si el Departamento descarta alguna plaza bajo el argumento de que falta un docente euskaldun, la misma «no pierda en ningún caso su condición de bilingüe», y exigen que la contratación de profesores sea «más transparente y abierta a los alumnos». Y añaden: «ante la falta de voluntad de los departamentos por contratar profesores euskaldunes, los órganos superiores deben intervenir sobre ellos». Además, consideran que Osakidetza «debe reconocer el mérito de los profesores que imparten clase, teniéndolo en cuenta en peticiones de cambio de plaza, oposiciones, etc.» y creen necesario que la UPV «genere recursos docentes y lingüísticos y los ponga a disposición de los profesores que imparten clase en euskara».