La Real va a quedarse en un año sin los dos guardametas que habían conseguido que un puesto clave en cualquier equipo nunca fuera un motivo de preocupación hasta el pasado verano. Claudio Bravo pidió que se le dejara marchar para irse al Barcelona y Eñaut Zubikarai ha rechazado ahora la oferta de renovar porque no está a gusto en la situación en la que se encuentra, como portero suplente y sin recibir el apoyo que necesita de todos los estamentos del club.

El Consejo blanquiazul tampoco ha podido conseguir quedarse en propiedad o tener una opción de compra en las negociaciones mantenidas con los agentes de Gerónimo Rulli para garantizar su continuidad en el club. Lo máximo a lo que puede aspirar es a que firme la renovación por una temporada que parece estar cercana por el deseo del guardameta de quedarse en Donostia y del grupo inversor que compró sus derechos de que se revalorice aquí antes de conseguir una venta posterior.

Los agentes de Rulli quieren que recale en el futuro en un club que les permita sacar el mayor rendimiento a la inversión que realizaron al pagar 3,6 millones de euros al Estudiantes de la Plata y comprometerse a pagar el 20% del beneficio en una posterior venta. Era mucho dinero por un portero sin apenas experiencia en la élite, pero el grupo inversor acertó y en estos momentos ya estaría en condiciones de sacar más dinero con una venta a la Real, pero se niega. Solo quiere que se revalorice para venderlo a otro equipo. Es decir, en el mejor de los casos, la Real solo tendría un año garantizado a Rulli.

Bardaji y Tena

Además la Real tiene que definir quién va a ser el segundo portero la próxima temporada. En un principio su intención era que fuera un jugador de la cantera y entre las tres opciones que veía, –la de Zubikarai, el titular del Sanse Ander Bardaji y el cedido en el Real Unión Jon Tena–, los técnicos se decantaron por ofrecer la renovación al portero de Ondarroa para que los dos jóvenes siguieran su proyección con partidos. Ahora por coherencia deberían confiar en alguno de los otros dos porteros.

La Real siempre ha tenido al menos un portero de la cantera en su primer equipo, aunque para eso es necesario que Moyes no prefiera uno externo con más experiencia. El Consejo sería partidario de apostar por un canterano porque quiere ser fiel a su filosofía. A Bardaji se le renovó a finales de la pasada temporada hasta 2018 y toca demostrar esa confianza. Pero a ese nivel mandan más los criterios deportivos del escocés, que sí se conformaba con mantener a los dos porteros de esta temporada y prefería incorporar jugadores en otras posiciones.

Un año difícil

Esa posibilidad ha sido rechazada por Zubikarai porque ha vivido un año muy difícil. Con la marcha de Bravo vio abierta la puerta para jugar en la Real ante la que esperó durante muchos años y no ha encontrado el apoyo que le hubiera gustado ni entre los técnicos del club, desde su entrenador Roberto Navajas, ni en el entorno, que ha dudado de sus posibilidades. Además Rulli ha dado un gran nivel y se ha ganado la titularidad.

No solo faltarán en la Real los dos porteros de las últimas temporadas. También Roberto Navajas, el que los ha entrenado, que no ha dejado contento a muchos en el club por distintos motivos, no solo a Zubikarai. David Moyes va a tener un cuerpo técnico de su confianza y es posible que decida traerse un entrenador de porteros que, como él, se irá cuando deje el club.

Es decir la Real ha perdido la estabilidad que ha rodeado a la portería esta década por la decisión tomada de facilitar la salida de Claudio Bravo. Curiosamente ha sido la que mejor ha sido sustituida esta temporada, pero la raíz de todos los problemas radican ahí. Si el Barcelona no se hubiera interesado por el guardameta chileno y hubiera acabado su carrera en Donostia, la Real no tendría ahora el problema con el que se encuentra en la portería para la próxima temporada y para el futuro. Y eso a la espera de que se confirme la renovación de Rulli...

Otro rival gallego para el juvenil

La Real juvenil se enfrentará contra el Celta en los cuartos de final de Copa, después de que en el doble duelo vasco-gallego del fin de semana los jugadores blanquiazules superaran al Deportivo y los vigueses al Athletic. Según deparó el sorteo celebrado ayer, el partido de ida se jugará este fin de semana en Zubieta y el de vuelta el próximo en Vigo.

El Celta se proclamó campeón de su grupo de la División de Honor con 23 victorias, cuatro empates, tres derrotas, 88 goles a favor, 19 en contra y 73 puntos. Perdió en el primer partido de la Copa de Campeones contra el Real Madrid por 3-1. En los octavos de la Copa eliminó al Athletic de manera contundente al ganar 0-4 en la ida y 2-0 en la vuelta. La Real perdió con el Deportivo 2-1 en A Coruña y remontó el domingo por 5-2 en Zubieta.

Los otros partidos de cuartos de final enfrentarán al Villarreal con el Real Madrid, al Rayo Vallecano con el Damm y al Valencia con el Las Palmas.Joseba ITURRIA