Borja VALLE SARASKETA
Athletic

Y la banda izquierda se tiñó de Rojo

Hoy se cumplen 50 años del debut de «Txetxu» Rojo, uno de los jugadores con mayor talento que ha dado el club rojiblanco.

Aquel martes 28 de enero de 1947 podría haber sido un día cualquiera en la historia rojiblanca al estar la Liga paralizada por el partido de la selección española donde Lezama, Bertol y Nando debutarían sumándose a los ya consagrados Iriondo, Panizo, Zarra y Gainza. Siete internacionales contaba el equipo rojiblanco en sus filas, fiel reflejo de la excelente campaña que el Athletic venía realizando esa temporada.

Los leones de Juan Urkizu venían de derrotar al Sporting de Gijón entrenado por el mítico jugador arenero José Mari Peña, por un rotundo 6-1. Los 4 goles de Zarra en aquel partido se sumaban a los 17 que había conseguido en los anteriores seis partidos. Aquellos 21 tantos que el ariete consiguió en 7 encuentros consecutivos siguen siendo un récord en la Liga española que ni Messi ni Ronaldo han conseguido batir todavía. En fin. Decíamos que el 28 de enero de 1947 hubiera sido un día como cualquier otro si no fuera porque esa fecha nació José Francisco Rojo Arroitia, ‘Txetxu’ Rojo, leyenda viva del Athletic.

Como era lógico, cualquier chico vizcaino de comienzos de la década de los sesenta quería jugar en el Athletic. La merienda de aquellos chicos con pantalones cortos estaba compuesta de un bocadillo de chocolate o mantequilla con azúcar en una mano y un balón en la otra. El Athletic juvenil de José Luis Garay, que el año anterior había conseguido ser campeón de Copa con el durangués Anton Arieta a la cabeza, seguía recolectando los mejores juveniles de la provincia para su equipo, tal y como quería el presidente de entonces Javier Prado. Para esa temporada 1964-65 se juntaron nombres de la talla de Urra, Lasuen, Sanz, Nogales, Santamaría, Mardaras, Mancisidor, Ezpeleta, Eskurza, Fullaondo, Nico Estéfano, Pedro Lavín y un excelente interior zurdo proveniente del histórico Firestone, ‘Txetxu’ Rojo. Juntos, volverían a conseguir una nueva Copa Nacional Juvenil para el Athletic.

En cuartos eliminaron, no sin sufrimiento, al Eibar Urko. Habían ganado en Bilbo por 2-1 pero a falta de veinte minutos para finalizar el partido perdían 3-1 en Eibar. Preveían que las vacaciones estaban cerca. Todo cambió con un pase medido de Rojo que fue transformado por Nico Estéfano de cabeza, comenzando la remontada. El 4-4 final daba el pase a semifinales al equipo rojiblanco que se mediría al Barcelona de un jovencísimo Carles Rexach.

En un campo de San Mamés a reventar, el resultado contra los catalanes no fue tan positivo. Los jugadores también creían que un empate a 2 no iba a ser suficiente para eliminar al todopoderoso Barcelona. Mientras al final del partido los jugadores se lamentaban en la ‘piscina’ de los vestuarios de la Catedral, aparecieron Garay, Barrios y ‘Piru’ Gainza, y una frase salió de los labios de sus mentores. «No preocuparos. Seréis capaces de ganar en Barcelona. Seguro». Al cabo de una semana, con algún cambio táctico en la alineación como pasar a Ángel Nogales a falso punta, el Athletic arrollaría al equipo blaugrana por un contundente 0-5, dos goles de Sanz, dos de Estéfano y un último gol de Lavín, que regateó a media defensa catalana; Carles Rexach seguramente todavía sueña con el marcaje de Mardaras.  

En la final esperaba el buen equipo del Celta de Vigo que había derrotado al Real Madrid en semifinales. Antes de la final de Copa entre el Atlético de Madrid y el Zaragoza, los jóvenes cachorros demostraron lo que eran capaces de hacer en un terreno de juego y con un gran fútbol, y aunque no sin sufrimiento, pudieron ganar la Copa juvenil por un ajustado 2-1 ante un equipo gallego que tenía entre sus filas a Costas, que luego jugaría en el Barcelona, o Lito, que lo haría en el Málaga. El ala izquierda Rojo-Lavín fue demasiado para el equipo céltico. ‘Perico’ Lavín, en el minuto 7, y Nico Estéfano, a centro de Rojo en el minuto 17 de la segunda parte, fueron los goleadores bilbainos. Al final del partido, cuando los cachorros celebraban su victoria con gritos de «Athletic, Athletic», y algún grito que otro en euskera, motivado como es lógico por la euforia de la victoria, tuvieron algún encontronazo con la Policía pero que no pasó a mayores. ‘Txetxu’ Rojo y sus compañeros conseguían su primer trofeo para el Athletic.

El salto al primer equipo

Meses antes, Rojo, junto a Nogales, Lavín y Estéfano, también habían debutado en la Selección española juvenil contra Austria en San Mamés. El resultado final fue 3-1, donde Rojo y Estéfano conseguirían un gol cada uno. ‘Txetxu’ y sus compañeros dieron el salto en la siguiente temporada, 1965-66, al recientemente formado Bilbao Athletic que entrenaba Rafa Iriondo en Primera Regional. Lavín fue el primero en ascender al primer equipo de la mano del recién nombrado entrenador ‘Piru’ Gainza, que iba a transmitir su sabiduría y experiencia al primer equipo. ‘Txetxu’ Rojo únicamente necesitaría tres partidos y 5 goles, en los embarrados campos de la Regional, para que ‘Piru’ se convenciese que ya estaba preparado para el primer equipo rojiblanco.

El equipo había comenzado la temporada con numerosas lesiones, como las de Anton Arieta, Aranguren, el mítico Etura, entre otros, y el cumplimiento del servicio militar obligatorio era un problema añadido para los jóvenes leones. Incluso Iribar se lesionaba en las duchas de Pontevedra y su sustituto Etxeberria se rompía la nariz en el siguiente partido. Una verdadera sangría.

Para el cuarto partido de la temporada, ‘Txetxu’ Rojo fue convocado para el largo desplazamiento del equipo rojiblanco a Córdoba. Tanto él como otro jugador que debutaría en ese partido, el recientemente fallecido a finales de agosto pasado Juan Manuel Zamora, ‘Zamorita’, ocuparían los asientos traseros del autobús que les trasladaría a Madrid, primero, y las literas encima de las ruedas del coche cama del tren que les desplazaría hasta Córdoba por la noche. Poco dormirían los dos aquella noche.

Al estar anunciado un festejo taurino, con motivo de la Feria cordobesa, se cambió la hora habitual para disputar el choque a las doce y cuarto de la mañana. El terreno del Arcángel, en Córdoba, más que un campo parecía una laguna por el agua que había caído la víspera y durante aquella lluviosa mañana de setiembre. El aguacero duraría todo el primer tiempo y casi toda la segunda parte. El buen fútbol del debutante ‘Txetxu’ Rojo era imposible por no permitirlo los charcos. El partido fue una lucha de poder a poder hasta la lesión de Meltzer, otra más, que le costó la fractura de la mano derecha y no salir en la segunda parte. En el minuto 24 del segundo periodo los cordobeses lograrían el único gol del partido, con un disparo desde fuera del área ante el que el otro debutante, ‘Zamorita’, poco pudo hacer. Ese día, en ese partido, hace hoy 50 años, comenzaría la dilatada carrera rojiblanca del mayor de los Rojo. Era un 26 de setiembre de 1965.

Siete días después, vendría el debut en San Mamés. El Atlético de Madrid de Domingo Balmanya, que se convertiría en campeón de Liga meses después, se llevaba los dos puntos de La Catedral por 0-2, con goles de Luis Aragonés y el hondureño Cardona, siendo la única derrota del equipo vizcaino en casa esa temporada. El reciente campeón de España de superligeros, el bilbaino José Madrazo, hizo el saque de honor en un San Mamés lleno hasta la bandera, en el que sería el último partido que los hermanos Arieta jugasen juntos. Por parte del Athletic se vio poco fútbol, maldito viento sur, y el poco que se hizo fue a cargo de los jóvenes que formaban el ala izquierda Rojo-Lavín. La primera victoria de ‘Txetxu’ debería esperar una semana más.

Primera victoria tras el debut

El viaje a Barcelona para enfrentarse al Espanyol debía ser fructífero para un equipo rojiblanco necesitado. En el equipo catalán jugaba el mítico portero exrojiblanco Carmelo Cedrún. A pesar de la ausencia por lesión de Alfredo di Estéfano, los periquitos conseguían ponerse por delante por 3-0 en el minuto 58. Parecía que todo estaba perdido y que el Athletic volvería a Bilbo con los bolsillos vacíos. Pero lo que parecía imposible sucedió. Cuatro goles de Koldo Agirre en menos de quince minutos dieron la vuelta al marcador. La banda izquierda desbordó una y otra vez a la zaga españolista. Una verdadera locura.

Una semana después, ya en San Mamés, el rival era el potente Zaragoza de ‘Los cinco magníficos’, que esa misma temporada quedaría subcampeón de la Copa de Ferias y campeón de Copa. El encuentro respondió totalmente al interés con el que se esperaba. Un partido jugado de poder a poder donde el Athletic, con dos goles de Arieta II se llevó la victoria. El primero de ellos a pase de Rojo. El Zaragoza acabó el encuentro con tres expulsados, cosa insólita en la historia de San Mamés. ‘Txetxu’ Rojo conseguía su primera victoria en San Mamés. Meses después, el Athletic perdería la Final de Copa frente al equipo maño por idéntico resultado.

Así comenzaba la vida futbolística de la leyenda del equipo rojiblanco. Luego vendría su primer gol en Valencia, curiosamente de cabeza, sus finales de Copa, su primer torneo internacional contra el Boca Juniors de los hermanos Rojas, sus torneos veraniegos como el Trofeo de Caracas o el Carranza, sus participaciones en la Copa de Ferias con final incluida contra la Juventus, su lesión de clavícula, aquel subcampeonato de Liga, su hermano Jose Ángel, la selección española, la selección de Euskadi… 17 temporadas y más de 500 partidos. Uno de esos jugadores que marcan época, digno sucedor de Gorostiza o Gainza. Toda una vida que tiñó la banda izquierda del Athletic de Rojo.