«No tengo ni idea, supongo que todo ha sido un gran malentendido», responde Antonio Baños cuando se le pregunta sobre cómo ha acabado encabezado la lista de la CUP. Lo hace en la sede de la formación, campo base durante la campaña electoral.

Ni eres de la CUP ni hace unos años eras independentista. ¿Cómo has llegado aquí?

Por un proceso de decantación racional. Yo ya militaba en el anticapitalismo antes, y desde Aznar vi que no había más salida que el independentismo. Y en efecto, no soy militante de la CUP, lo cual creo que dice bastante a su favor. Me parece políticamente muy inteligente y personalmente muy noble.

Las encuestas dicen que a partir de mañana tendréis la llave de la gobernabilidad...

Si es así, lo primero será alegrarse mucho porque tendremos un mandato democrático claro para la independencia, que es lo relevante. Y con ese mandato, nos tocará ir a hablar con Junts pel Sí y con la gente de Catalunya Sí que es Pot, a ver si se animan. Sobre todo si se gana en votos, que significaría ganar el plebiscito. Si solo ganamos en escaños tendremos el mandato parlamentario para seguir adelante con las estructuras de estado y seguir trabajando para conseguir la mayoría social.

Ya han dicho que no quieren hacer president a Artur Mas. ¿Si les planta un ultimátum como a ERC?

Que lo pruebe. Si somos decisivos, ejerceremos esa posición, teniendo siempre en mente que lo importante es el mandato democrático. Todos deben entender que el liderazgo de este proceso es compartido.

¿Ves a Catalunya Sí que es Pot participando en el proceso constituyente?

¿Por qué no? Están de acuerdo en que Catalunya es una nación que tiene el derecho a decidir y están a favor de un proceso constituyente catalán. Su problema es que no hacen más que mirar a Madrid a ver si manda alguien más benevolente que nos deje hacer un referéndum. Pero ideológicamente, si tenemos el mandato democrático, no hay nada que les impida participar en el proceso.

¿A qué atribuye las salidas de tono de Pablo Iglesias?

A su ignorancia. Igual de platós sabe mucho, pero de Catalunya... El discurso sobre los abuelos extremeños no se ha atrevido a hacerlo ni el PSC. Que se pase aquí un tiempo y que escuche, que no se si sabe hacerlo. Pero sí, creo que es ignorancia, porque si no creo que es ignorancia pensaré que es mala fe y eso no lo quiero pensar.

¿Con qué te quedas de tu experiencia en Súmate?

La experiencia ha sido brutal. Súmate es muy pequeñito, pero creo que ha tenido un doble efecto importantísimo. Primero, normalizar el debate independentista en barrios donde se podría pensar que no se entraba. Y hacerlo sin un saco de esteladas por delante. Es decir, explicar que tú puedes sentirte español culturalmente, pero vivir en Catalunya y ver que, políticamente, la mejor solución es vivir en una Catalunya independiente. Y al mismo tiempo, se ha hecho ver al propio catalanismo clásico que hay muchas formas de sentirse catalán, y que el independentismo es un proyecto político no identitario.