Arantxa MANTEROLA
BAIONA

La Fiscalía insta a procesar por acoso a la exdirección de France Télécom

El brutal plan de reestructuración concebido por France Télécom (ahora Orange) en 2007 para reducir su plantilla y aumentar la «productividad» provocó una serie de suicidios entre los trabajadores de la principal empresa de telecomunicaciones francesa. Así lo considera la Fiscalía de París, que insta al juez a llevar a los responsables a juicio.

Tras siete años de investigación, la Fiscalía de París ha trasladado sus conclusiones al juez de instrucción en relación a la «política de desestabilización» instaurada premeditadamente por la dirección de France Télécom (convertida más tarde en Orange) y que, entre otros, tuvo como consecuencia el suicidio de 35 empleados de la compañía telefónica entre 2008 y 2009.

En concreto, la Fiscalía exhorta al juez a que procese por «acoso moral» al director general Didier Lombard, a su segundo Louis-Pierre Wenes y al responsable de Recursos Humanos, Olivier Barberot, así como a otros cuatro cuadros «por complicidad».

Los sindicatos CFE-CGC y Sud de Orange reclaman por su lado que la empresa France Télécom y su expatrón sean juzgados por «homicidio involuntario» al considerar que la calificación de la Fiscalía –acoso moral– está muy «minimizada».

En 2007, después de que tres años antes el Estado privatizara la Compañía de telecomunicaciones y redujera su parte de acciones a menos de la mitad, en un contexto de apertura a la competencia y llegada de la digitalización, la dirección elaboró un plan de reestructuración brutal –el plan NEXT– con el objetivo de «mejorar el rendimiento, la efectividad y la productividad» que se traduciría en la supresión de 22.000 empleos y en el cambio de oficio o puesto de trabajo de otros 10.000 empleados.

El propio Lombard había anunciado en octubre de 2006 a los cuadros de France Télécom que haría que [los trabajadores] «se fueran de una forma u otra, por la ventana o por la puerta». Quizás para entonces sospechaba ya que su política de extrema presión hacia los trabajadores originaría los trágicos hechos que tuvieron gran repercusión en el Estado francés.

35 suicidios

El primer suicidio registrado por el Observatorio del estrés y de las mutaciones forzosas, un órgano creado por los propios sindicatos tras la sucesión de varios casos similares, fue el de un empleado de 52 años que se dio la muerte en febrero de 2008 en Amboise, en el mismo sitio donde trabajaba. Le siguió en julio de 2009 la de un técnico de Marsella en su casa que dejó una carta explicando que la única causa de su gesto era laboral, porque no podía soportar una «cadena de mando basada en el terror». Unas semanas más tarde, otro empleado se apuñalaba en plena reunión; a los días una empleada se tiró por la ventana en París, otra fue encontrada inconsciente después de haber tomado barbitúricos...

En total, los sindicatos cuantifican en 35 los compañeros que se suicidaron entre 2008 y 2009. La Fiscalía, sin embargo, cita 39 víctimas, de las cuales 19 se suicidaron, 12 intentaron hacerlo y 8 sufrieron depresiones importantes.

En su investigación da por probado que el objetivo principal era reducir los empleos para lo cual se recurría a todos los medios: incitar repetidamente a que se fueran, mutaciones de puesto forzosas, sobrecarga o ausencia de trabajo, continuas reorganizaciones... con lo que el clima profesional se hizo insoportable.

Palabras desacertadas

Los sindicatos esperan que el juez optará finalmente por imputar y procesar a la empresa y a sus directivos «para reconocer a las víctimas y condenar los métodos de gestión autoritarios e inhumanos». De hacerlo, sería la primera vez que una empresa de esta talla, que cotiza en el CAC 40, es juzgada por «acoso moral hacia sus trabajadores»

El abogado del ex director general Lombard cree que las «torpes frases» de su defendido (llegó a decir que «el suicidio estaba de moda») han ofrecido la ocasión de «plantear un proceso basado en el acoso pero no hay ningún elemento serio que lo sustente».