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El PKK asume el atentado contra un edificio policial en Cizre

El primer ministro turco, Binali Yildirim, prometió represalias contra los «viles» autores del atentado con coche bomba reivindicado por el PKK, que causó ayer la muerte de 11 policías en Cizre. Otros 75 agentes y tres civiles resultaron heridos.

«Daremos la respuesta que merecen esos viles» atacantes, declaró Yildirim en una rueda de prensa. «Ninguna organización puede tomar como rehén a Turquía», añadió.

El PKK reivindicó el atentado en respuesta al «aislamiento persistente» del líder kurdo Abdullah Ocalan, y a la «ausencia de información sobre su situación».

Ocalan permanece detenido en la isla-prisión de Imrali, cerca de Estambul, y no está autorizado a recibir visitas de sus abogados ni de sus familiares desde el fin del alto el fuego entre el PKK y las fuerzas de seguridad turcas, hace un año.

El atentado destruyó el cuartel general de las fuerzas antidisturbios, del que se elevaba una larga columna de humo, según las imágenes difundidas por la televisión. El coche bomba estalló a 50 metros del edificio, en un retén de protección.

El Consejo Supremo de Radio y Televisión turco prohibió las emisiones sobre el atentado.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, expresó su «solidaridad y sus condolencias al Gobierno turco y al pueblo de Turquía», y reiteró el pleno apoyo de la UE a Turquía, un «socio clave» para el bloque comunitario, afirmó.

El próximo 9 de setiembre viajará a Ankara para «discutir todos los temas en común» con el ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y el ministro de la cartera de Asuntos Europeos, Omer Celik.