EDITORIALA
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Capitalidad Cultural,el gozne oxidado

Con la entrega del testigo de la Capitalidad Cultural Europea a las ciudades de Aarhus y Pafos se simbolizó ayer el cierre de Donostia2016. Llega la hora de las conclusiones y el alcalde, Enero Goia, adelanta que se siente satisfecho porque se ha cumplido el programa anunciado. Sin embargo, un balance serio tiene que ir necesariamente más allá de la contabilidad, del mero recuento de actividades y espectadores, y valorar si efectivamente ha cumplido sus expectativas y sus potencialidades.

Aunque con el tiempo se haya perdido esta perspectiva, es imprescindible recordar que la elección de Donostia se produjo en un contexto sociopolítico muy fértil en Euskal Herria y específicamente en la capital guipuzcoana, apenas cuatro meses antes de la histórica foto de Aiete y cuando se iban materializando cambios trascendentales en el país. Donostia fue escogida precisamente –frente a opciones cercanas como Burgos, Zaragoza o Córdoba– por la posibilidad que ofrecía de «explorar nuevas formas de convivencia y relación». Cumplido el año y el programa, tres momentos dan ejemplo justo de lo contrario. La muestra sobre “Tratados de Paz”, presentada como pieza central de esta edición, quedó desdibujada con la invitación a la inauguración de Felipe de Borbón, jefe de los ejércitos españoles a quien no se conoce mérito alguno al respecto. La “Milla de la Paz” en torno al Urumea ha sido otra oportunidad perdida para poner en valor el proceso vasco. Y el colofón a este devenir sin norte es la impresentable censura a obras de arte de presos o expresos vascos. Son solo tres detalles que resumen la oportunidad dilapidada para proyectar al exterior este país, sus avances y sus retos. Con ello no solo se ha defraudado a los propios, sino también a los «extraños» que hicieron capital a Donostia.

El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, indicó ayer que Donostia2016 se planteó efectivamente como «el gozne con un nuevo tiempo» que diera «profunda significación a la convivencia». Pero se recordará seguramente como un gozne que se fue oxidando y no dejó de chirriar.