El Papa recibió ayer en el Vaticano al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y al expresidente y senador Alvaro Uribe. Se reunió con ellos por separado y conjuntamente. Santos le entregó un «balígrafo», una bala de fusil convertida en bolígrafo y que se ha convertido en un icono de este proceso. Un «balígrafo» similar fue empleado por Santos y el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, para firmar el Acuerdo Final el 26 de setiembre en Cartagena de Indias y para rubricar el segundo y definitivo acuerdo el 24 de noviembre en el Teatro Colón de Bogotá.

Uribe, que viajó directamente a Roma desde Bogotá tras recibir el una llamada del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, le regaló una camiseta de la selección colombiana.

Según un comunicado del Vaticano, el papa Francisco emplazó a ambos dirigentes a entablar «un diálogo sincero ante el histórico momento» que vive el país. «Les habló de la cultura del encuentro y destacó la importancia del diálogo sincero entre todos los actores de la sociedad colombiana en este momento histórico». Asimismo, remarcó «la importancia de la unidad entre las fuerzas políticas».

En declaraciones a los medios, Santos instó a Uribe a colaborar en la implementación de los acuerdos con las FARC.

«Le dije al expresidente Uribe que estamos siempre dispuestos a seguir dialogando y entrar en un acuerdo sobre cómo se va a implementar este acuerdo de paz. Ahí hay una oportunidad para demostrar que podemos ponernos de acuerdo sobre cosas importantes para el país», manifestó Santos tras entrevistarse con su homólogo italiano, Sergio Mattarela. Agradeció al sumo pontífice «su gesto de haberse prestado para la reunión que tuvimos con el expresidente Uribe. «Los acuerdos ya están firmados y están en proceso de implementación y es ahí donde podemos sentarnos a ver cómo quieren todos los colombianos, incluyendo el partido de Uribe, que se implementen», añadió.

Uribe respondió que «en la batalla democrática no puede haber odio, pero hay convicciones y uno cree en ellas. Pidió a Santos que modifique los acuerdos y temas muy delicados que él no ha querido reformar».

La ONU, preocupada por el vacío de poder

La ONU advirtió ayer a Colombia del vacío de poder que se está generando en zonas que los guerrilleros de las FARC están abandonando en cumplimiento del acuerdo de paz. «A medida que los miembros de las FARC abandonan áreas tradicionalmente bajo su control, el Estado no ha asumido plenamente sus funciones, dejando un vacío de poder», alertó la Oficia de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La ONU ha documentado en lo que va de año 61 homicidios, principalmente de activistas y líderes sociales en áreas rurales. Lo más preocupante es que la tercera parte de estas muertes ocurrieron tras la firma del primer acuerdo de paz, el pasado 26 de setiembre en Cartagena de Indias.

En el marco de la implementación del segundo y definitivo acuerdo de paz, la ONU también pidió al Gobierno que acelere la preparación de las zonas veredales en las que deben concentrarse los guerrilleros para iniciar el proceso de dejación de armas. Aún hoy, ninguna de estas áreas se encuentra lista para recibirlos.GARA