Agustín GOIKOETXEA
BILBO

LAB pide actuar para salvar la industria ante la «inacción»

La situación de crisis que sacude a la industria vasca no es un hecho casual, en opinión de LAB, que advirtió hace unos meses de los «problemas estructurales» que arrastraba el sector y la «inacción» del Ejecutivo de Lakua. Ayer, con una veintena de trabajadores amenazados por el cierre de sus empresas como testigos, presentó un decálogo de medidas para diseñar otra política industrial, partiendo de que se deje de trasladar el «modelo de España» a la CAV.

LAB considera que la sucesión de anuncios de cierres de empresas, deslocalizaciones y despidos no es casual, sino consecuencia de la falta de iniciativa de las instituciones para afrontar los problemas estructurales de la industria vasca. Jonan Goñi recordó que, en febrero, dieron a conocer un diagnóstico del sector en el que alertaban de la precaria situación de muchas empresas, sin que recibieran respuesta de Lakua a sus requerimientos para que tomasen cartas en el asunto.

Goñi incidió en que los problemas que se están dando en las últimas semanas en firmas como CNA-Fagor, Grupo CEL, General Electric, Unipapel, Ingemar, Aernnova, Ofita, STS, Bosch, Pine, Vicrila o Enersys, sin olvidar otras de menor tamaño, no son casos aislados, «ya que desde 2008 han cerrado sus puertas 6.000 empresas ante la inacción del Gobierno Vasco en política industrial».

El sindicato considera que es «urgente» actuar ante un panorama que puede aún empeorar, de ahí que exija al Ejecutivo Urkullu «que se ponga las pilas». Lo primordial, apuntaron, es que se construya un modelo productivo propio disponiendo de instrumentos financieros, energéticos, en legislación laboral, ley concursal y relaciones internacionales, que se necesitan para ejercer la soberanía.

LAB señaló que las decisiones adoptadas en el ámbito industrial hacen ver que es el PP quien gobierna. «Somos conscientes de que no tenemos capacidad plena, pero con voluntad política se pueden aplicar medidas que el Ejecutivo parece que no quiere», manifestó Goñi, quien añadió que se emplean las competencias propias para «realizar simplemente una traslación del modelo de España».

«El último ejemplo –subrayaron– es el acuerdo alcanzado con el PP respecto al límite de gasto, perpetuando la reducción de gasto en la industria, impulsando así una estrategia para competir en precariedad».

Zorion Ortigosa y Jonan Goñi, responsables de la Federación de Industria de LAB, defendieron que hay posibilidad de cambiar el rumbo, siempre que exista voluntad política. Insistieron en que también es imprescindible dejar de invertir en «infraestructuras innecesarias», así como «que se persiga el fraude fiscal y que se establezca un sistema fiscal más justo para aumentar la capacidad de financiación del sector público».

El decálogo propuesto contempla abrir un debate para definir la futura política industrial, estableciendo sectores estratégicos para emprender un plan de transición, donde la innovación tecnológica sea clave. Además, se pide poner fin a la política de promover, a cualquier precio, la llegada de capital externo que luego huye, sin olvidar la apuesta por la inversión en investigación y desarrollo, con un gasto mínimo del 3% como fija la Unión Europea.

Primordial es también para LAB el apoyo público a los sectores estratégicos, incrementando la participación directa mediante la SPRI o contando con Kutxabank para la financiación de proyectos. Se aboga por impulsar el contrato relevo, la inserción «digna» de jóvenes y mujeres, medidas para blindar las empresas ante posibles cierres o garantizar el derecho a la negociación colectiva.

Acusa a Tapia de «irresponsable e incoherente»

LAB salió ayer al paso de las declaraciones de la consejera Arantxa Tapia y el lehendakari Iñigo Urkullu ya que, al anunciar un «plan de choque», dijeron que la industria vasca «tiene buenas perspectivas» pero reconocieron «casos aislados» como los de las empresas amenazadas de cierre. La central abertzale acusó a ambos de «irresponsabilidad e incongruencia».

«Cómo pueden decir que la situación es buena, negar el problema y luego anunciar que van a presentar un plan de choque industrial. El que necesita el plan de choque es el Gobierno Vasco», comentó Jonan Goñi.

«Hablar de recuperación es un insulto a los trabajadores que se han dejado la vida en las fábricas –recordó los 38 accidentes mortales contabilizados en lo que va de año, con «un mes de junio negro»–, un insulto a las familias que no llegan a fin de mes y a quienes cada vez sufren más la precariedad porque esa mejora solo llega a los lobbys empresariales, como Confebask y Cebek». A.G.