D.L.

Ryad insta a la negociación tras la rebelión de los sudistas yemeníes

Ante el temor de que sus patrocinados yemeníes rompan el frente contra los hutíes proiraníes y se enzarzen en una guerra en Aden, Arabia Saudí ha instado al Gobierno del presidente Hadi y a los sudistas a negociar la salida de una crisis que ha derivado en choques armados crecientes y tras la que no pocos ven la mano de los Emiratos (EAU).

La coalición suní comandada por Arabia Saudí y que participa desde 2015 en la guerra en Yemen llamó hoy a la calma y a abrir negociaciones a las facciones yemeníes aliadas que se enfrentan desde el domingo en la ciudad meridional de Adén, y les urgió a que concentren todos sus esfuerzos para combatir a los rebeldes hutíes (zaidíes)

El portavoz de la alianza, el coronel saudí Turki al Maliki, apeló a los sudistas a la «retención y a hablar con el gobierno legítimo» del presidente en el exilio en Ryad, Abdo Rabu Mansur Hadi. Al mismo tiempo, añadió que «apelamos al gobierno legítimo a examinar las demandas del movimiento social y político» sudista, liderado por el Consejo de Transición del Sur, del depuesto gobernador de Aden Eidarus al Zubeidi.

Fue precisamente su destitución en mayo de 2007 la que desató la crisis entre los aliados. Tras crear el consejo transitorio, los sudistas dieron un ultimátum al presidente Hadi para que destituyera al primer ministro y remodelara su gobierno «corrupto». El plazo expiró el pasado domingo.

Amenazas de romper el frente

Ese día estallaron los enfrentamientos, que en 48 horas se han saldado con 24 muertos y decenas de heridos, entre ellos civiles. Los choques de ayer, en los que ambos bandos utilizaron armamento pesado, se saldaron con la muerte de al menos cinco milicianos sudistas y cuatro soldados lealistas.

La ciudad de Aden estaba totalmente paralizada, con todos los comercios cerrados. Las tropas lealistas custodiaban la arteria principal que lleva al palacio Al Maasheeq, donde tiene su sede el Gobierno. Los sudistas trataban de arrebatarle las bases militares de Jor Maksar y Dar Saad, en el norte de Aden.

El llamamiento de Ryad llega después de que los comandantes militares lealistas que luchan contra los hutíes en el este de Yemen han advertido a Arabia saudí y a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de que si no intrervienen para poner fin a los combates en Aden, abandonarán el frente de batalla y volverán a la capital del sur para apuntalar al gobierno de Hadi.

Se da la circunstancia de que las milicias sudistas han sido entrenadas y financiadas por EAU y no pocos analistas ven la mano de la satrapía de Abu Dabi, que no oculta su intención de convertirse en el hérmano díscolo, y por tanto, rival, de los Saud tras la caída en desgracia de Qatar.