Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «David Hockney en la Royal Academy of Arts»

Pinceladas de color y vida

La reciente exposición que el museo Guggenheim de Bilbao dedicó a David Hockeney bajo el título “82 retratos y 1 bodegón” amplía el interés hacia este cuidado largometraje documental ya que, a lo largo de su metraje, el veteranísimo pintor británico nos revela las entrañas de los cuadros que pudimos visionar durante la citada exposición.

En concreto, esta pieza avalada el sello Exhibition on Screen se bifurca en dos sentidos que han determinado la reciente etapa del protagonista.

La primera ruta nace en 1999 y coincide con su regreso a East Yorkshire. Mientras acompañó a su madre en sus últimos días de vida, Hockney quedó sorprendido ante un paisaje redescubierto en lienzos que tiñó de vibrantes tonos pastel. Estos paisajes quedaron reflejados en la serie de cuadros de gran formato “A Bigger Picture” y pudo ser contemplada en 2012 en la Royal Academy.

El descubrimiento de la faceta paisajísitca del artista dio paso a un nuevo rumbo en su carrera con su retorno a Los Ángeles y cobró forma en la que ha sido considerada su segunda gran serie del siglo XXI, la ya citada “82 retratos y un bodegón”. Esta nueva serie regresó a la institución academica británica el pasado año.

Teniendo presente esta hoja de ruta creativa, lo que nos propone este documental no es más que la palabra y testimonio de un creador octogenario que revela ante la cámara su personal visión del arte y en donde queda de manifiesto su incansable capacidad para seguir cogiendo el pincel y abrir nuevos cauces en obras de gran formato y habitadas por pinceladas cromáticas tan vitales como efectivas. Dirigida por Phil Grabsky, un realizador especializado en adentrarse en la vida y obra de diferentes artistas, la película se limita a captar las palabras del autor mientras asistimos a diferentes sesiones de trabajo. Poco más encontramos en un trabajo que no pretende ir más allá de su intención didáctica.