Iñaki TELLERIA
Athletic

Partido trampa antes del que da valor a la temporada

El equipo de Garitano llega en vísperas del encuentro europeo del que depende el año de los rojiblancos.

ATHLETIC - LEGANÉS

El Athletic afronta esta noche un partido de los que parecen sobrar en el calendario pero que tienen trampa porque no tienes gran cosa que ganar y sí mucho que perder. Si vence superará al Leganés en la clasificación, con lo que a primera vista su marcha en la Liga quedará un poco –solo un poco– más aseada. Pero, si cae, se va a encontrar con un final de campeonato en el que, descartada una plaza europea, deberá mirar con el rabillo del ojo a los que están jugándose eludir el descenso.

Sin embargo, el peligro en Liga no es inminente dado lo mal que lo están haciendo Levante, Las Palmas y Deportivo y, no digamos, Málaga. El verdadero temor está en que el Athletic necesita el jueves un partido heróico para superar en Europa League al Olympique de Marsella. Dado que es imposible que juegue bien, debe apostar por la entrega para que no les metan un gol y por la suerte para que los de arriba acierten algunas –al menos dos– de las pocas ocasiones que generan. Y es que el partido que definirá la valoración final de la temporada es el próximo, no el de hoy.

Aunque desde el punto de vista negativo de quien piensa que, con su nivel, es imposible que este Athletic haga algo brillante en la Liga Europa, lo cierto es que lo único que puede maquillar la temporada es eliminar al equipo marsellés y meterse en cuartos a la espera de que vuelva a sonar la flauta.

En caso de caer esta semana y a las puertas de la Semana Santa, al equipo rojiblanco, con su entrenador al frente, le esperan dos meses de pasión, en el sentido más sufrido de la palabra, y a sus aficionados el quebradero de cabeza de organizarse los fines de semana al margen del fútbol porque cualquier alternativa será más entretenida.

Asegurar la permanencia

Pero, antes de adelantarnos a lo que vendrá, vamos a pensar en el Leganés, el equipo al que Asier Garitano ha sacado chispas y que, como una hormiga, va recolectando punto a punto para mantener su sueño de permanencia un año más en Primera. El de Bergara tiene claro su objetivo y trabaja para ello. A falta de estrellas, ha reunido a un grupo de profesionales que tienen muy claro lo que quieren y a quienes es difícil doblegar.

Tampoco es difícil aventurar qué versión del Athletic nos encontraremos. Los cromos cambiarán porque Ziganda dará descanso a alguien, pero volverán a encomendarse a la suerte.

A Ziganda le cuesta cada vez más

Pasados dos días del tropiezo de Marsella, Kuko Ziganda habla del horizonte cercano, el Leganés, y el importante, el Olympique, y la fatiga de su ánimo parece mayor que la física de las piernas de sus jugadores.

Reconoce que ganar hoy sería «un incentivo, un punto de moral para el jueves, una forma de coger buenas sensaciones» y se atreve, sin parecer convencido, a que «todavía podemos hacer cosas en Liga y no vamos a renunciar a ello». Sin embargo, no tiene más remedio que regresar a la realidad y asumir que «las alegrías son muy pocas este año. Soy consciente de cómo estamos, de que el juego no es el deseado y que estamos irregulares».

A pesar de ello, y en relación al partido de vuelta de la Europa League, el que de verdad le preocupa, se agarra al clavo ardiendo y señala que le parece «increíble» que los seguidores rojiblancos «no crean que se pueda remontar. Sabiendo que es difícil, no creo que haya ninguno que no lo crea», insiste esperanzado.GARA