Pablo CABEZA
BIBO
Entrevista
ARKAITZ KORTABITARTE GARCÍA
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN GURE GAUZA K.E.

«Me emocioné viendo y escuchando a los Contours, se me caían lagrimones»

La novena edición del festival Mojo Workin’ se celebra en Donostia desde hoy hasta el domingo, propuesta que une los sonidos clásicos del soul y el ritmo y blues creado en Estados Unidos. Este años, los y las veteranas se llaman Spencer Wiggins, Dolores «Lala» Brooks, Jerry Williams, The Original Vandellas, más las aportaciones de los navarros Los Jambos y Las Kasettes.

Como una gran parte de los festivales, Mojo Workin’ comenzó de manera humilde hace nueve años y apostando por una música inhabitual en este tipo de eventos, la música negra, desde el soul al gospel pasando por el ritmo y blues. Con el tiempo el proyecto se ha consolidado, como su personalidad, por lo que un año más se podrá escuchar el sonido original de veteranos que aún resisten las “inclemencias” del tiempo. Puede que sus voces no sean lo que fueron, pero sus canciones, su esencia, el estilo..., supera ampliamente las zancadillas de la edad.

Dolores “LaLa” Brooks fue la cantante oficial del grupo Crystals una vez que Phil Spector decidió que tuviesen una formación fija con la que actuar y grabar. La joven LaLa, que solo tenía 13 años cuando entró en el grupo, sobresale por encima de las demás en todas las grabaciones en las que participó. No obstante, no era fácil trabajar para alguien como Phil Spector y LaLa acabó abandonando el grupo alrededor de 1968 para comenzar una carrera en Broadway que le llevó a participar en prestigiosos musicales como “Hair” durante años. Al final optó por dejar el mundo de la música. Hace unos años decidió volver a los escenarios.

Jerry Williams Jr., natural de Virginia, comenzó su carrera en la década de los 50 con tan solo 12 años, grabando un buen número de temas salvajes de ritmo y blues. Con el paso de los años fue suavizando y depurando sus registros y en la época dorada del soul aportó clásicos irrepetibles. A finales de los 60 decidió dedicarse más a su faceta de productor hasta que volvió a los escenarios en los 70 bajo el seudónimo de Swamp Dogg.

Annette Beard y Rosalind Ashford y Martha Reeves fueron las acompañantes vocales de Marvin Gaye en su elepé “Stubborn kinda fellow” y a partir de 1962 comenzaron una carrera discográfica con el nombre de Martha & The Vandellas. La lista de éxitos incluyen canciones tan populares como “Dancing in the street”, “Heat wave”, “Come and get these memories" o "Nowhere to run". Hace unos años, Annette y Rosalind decidieron volver a juntarse, fichan a la notable Roschelle Laughhunn, el soul vuelve a sonar como en los mejores años de la Motown.

Spencer Wiggins es un veterano de Memphis que propone para el Mojo Workin' una buena mezcla de southern soul y deep soul, dos estilos musicales que beben directamente del blues y del góspel.

Hoy en Gazteszena se cuenta con Los Jambos, Spencer Wiggins y Lala Brooks. 21.00.

Mañana será el turno de Las Kasettes, Jerry William Jr. y The Original Vandellas. 21.00. En Tabakalera presentación de libro “Cuentos y melodías del Mojo Workin' vol. 2” y elepé vinilo de de Billy Prince a las 12.30.

El cartel viene cargado de historia..., ¿se puede mantener este nivel clásico?

Es complicado, aunque no se ha de perder la esperanza. Cuando creíamos que el soul clásico había dicho todo lo que tenía que decir, aparecieron Sharon Jones, Charles Bradley o Lee Fields. Así que siempre queda esa pequeña luz que se niega a apagarse. Por otro lado, recurriendo a sonidos más profundos y de raíz, en Mississippi el blues tradicional sigue estando muy presente y no descarto hacer algún año una incursión por Clarksdale [una ciudad de menos de 25.000 habitantes con el blues y el algodón rodeándola] para fichar algunos músicos de los que nos están llegando muy buenas referencias..

Continuando con el soul en el tiempo, tras unos años amargos, posiblemente, en los noventa nombres como D’Angelo o Lauryn Hill consiguieron unos cuantos éxitos... Más tarde fue el turno para artistas como Macy Gray, Angie Stone o Alicia Keys... Este periodo y estos nombres no sé si los considera de entidad o repletos de impurezas, espurio...?

Esos son algunos nombres que en lo personal pueden gustarme más o menos. Por ejemplo, en su día me compré los discos de los Fugees. Pero no creo que sea la línea a seguir para el Mojo Workin'. Nosotros hemos marcado un camino más de raíz y más arraigada. No creo que tuviera mucho sentido fichar a artistas que pueden verse con facilidad en otros festivales debido a su gran éxito en estos momentos. Tampoco nos los podríamos permitir. Jajaja.

Lo curioso es que la emergencia del soul –plano popular accesible– quizá llegó, ya unos años más tarde, desde UK y no tanto desde EEUU, con Joss Stone, Amy Winehouse o Duffy.

No habría que olvidar a la factoría de Daptone que a los que comenzamos organizando el Mojo Workin' nos marcó muchísimo. Todavía tengo en la retina los conciertos de Lee Fields y Sharon Jones en Illunbe a principios de la década de 2000, en los que estábamos cuatro gatos y en el que incluso para el de Sharon Jones acabaron por abrir las puertas y dejarnos entrar gratuitamente por la falta de público. Para mí, un poco después de eso fue el momento en el que el soul empezó a “resurgir” o a llegar a un público más amplio.

Mucho caucásico en esos años también haciendo soul o neosoul, desde Eli «Paperboy» Reed a Nathaniel Rateliff, Eric Lindell, Anderson East o Grace Potter.

Sí. Y eso es bueno. Nosotros tuvimos a Mitch Ryder hace dos años, pionero de esto del “soul de ojos azules”. Cuando cierras los ojos y escuchas la música, no hay colores. El soul o el blues pueden ser buenos o malos y no es por el color de la piel, si no por el sentimiento que se tenga a la hora de crear e interpretar.

¿Y qué siente después de estos años trayendo leyendas, gente con una gran experiencia?, ¿qué le dicen sus años, sus caras, su historia...?

Para mí lo es todo a día de hoy. Es lo mejor que he vivido y dudo que en lo que me quede de vida pueda vivir algo tan emocionante y enriquecedor. Estoy orgulloso de haber compartido tantos momentos con ellos y de haber escuchado tantas historias. Cada vez que me llaman por teléfono o me escriben un email me alegran lo que me queda de día y de semana. Espero que este gran privilegio que tengo se siga manteniendo por unos cuantos años más.

¿Le emociona algún nombre de este año por razones sensoriales o de tiempo?

A priori estoy muy emocionado con los cuatro nombres de este año. Quizás Jerry Williams sea el que más me llena por haber sido una apuesta personal convencer a Swamp Dogg de que hiciera un repertorio con su carrera como Jerry Williams.

¿ Tiene un gran deseo por cumplir o muchos?

Muchos: Smokey Robinson, Chuck Jackson, Tina Turner o Stevie Wonder por poner unos pocos ejemplos. Imposibles para nosotros por mil razones, empezando por la económica. Creo que más que estrés, no poder contar con ellos me genera frustración, porque algún día ya no estarán y se habrá perdido una oportunidad única. Una pena.

¿La propuesta del sello discográfico se mantienen?

Se mantiene. De hecho, este año presentamos el LP del concierto de Billy Prince. Teníamos que haberlo hecho el año pasado, pero llegó tarde (culpa nuestra). Lo que ocurre es que el sello discográfico es un enorme trabajo añadido y el mundo de venta de discos está bastante muerto. Aun así, no descarto futuras referencias en Gure Gauza Records... ¿Cómo resistirse con los nombres que nos visitan? Este año, también presentamos el segundo libro del festival “Cuentos y Melodías del Mojo Workin' vol. 2”, que ese es otro frente abierto, el de la editorial.

¿Es complejo iniciar la ronda de posibilidades? ¿Se estresa ante tanta posibilidad?

Cada año es más difícil confeccionar un cartel que esté a la altura. Son artistas van desapareciendo poco a poco y que muchos de los que quedan o no podemos permitírnoslos o tienen carreras actuales y no quieren interpretar sus repertorios de los sesenta.

¿Disfruta el festival o es puro nervio y estrés?

Hay momento para todo. Creo que el año pasado fue el primero en el que disfruté de verdad durante los conciertos. Tuvimos la suerte de poder incorporar más personal para ayudarnos durante los conciertos de Gazteszena. Me emocioné muchísimo viendo y escuchando a los Contours desde un lugar privilegiado junto a mi amigo Mikel Mancisidor (exguitarrista de Sfinters). He de confesar que me caían unos lagrimones enormes de la emoción. Así que sí, hay hueco para disfrutar con esto a pesar de todo el estrés.