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Los kurdos anuncian una táctica de guerrilla contra la ocupación turca de Afrin

Turquía ha completado la ocupación del cantón kurdo de Afrin, al norte de Siria, que teme ahora ser escenario de una limpieza étnica. Sus autoridades anunciaron una etapa de «ataques relámpago».

La bandera turca ondea ya en la capital del cantón kurdo de Afrin. Después de casi dos meses de ofensiva, Turquía y sus aliados islamistas sirios que utilizan el nombre del Ejército Libre &dcThree;Sirio (ELS) han logrado tomar este territorio al norte de Siria. El propio presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lo anunciaba de forma triunfal a primera hora de la mañana. Mientras, sus soldados disparaban al aire en las plazas de la ciudad para celebrar la victoria, colgaban la bandera turca de un edificio público y saqueaban viviendas y comercios. Algo más lejos, derribaban la estatua de Kaveh, un héroe mitológico kurdo en el centro de la ciudad.

El ataque a este símbolo kurdo confirmaba a la población kurda su temor a la limpieza étnica que ha hecho huir ya a cerca de 250.000 personas de la ciudad Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), apenas quedan unos miles de personas.

Erdogan relacionó la toma de Afrin con las batallas de inicios del siglo XX para frenar la desaparición del Imperio otomano, cuando «éramos un estado de 18 millones de kilómetros cuadrados». «El objetivo es el mismo, el espíritu es el mismo, la fe es la misma», aseguró el jefe de Estado turco.

De hecho, su propósito es continuar la ofensiva hacia los cantones kurdos al este, como Minbej, donde chocaría con la presencia de fuerzas estadounidenses, e incluso a Irak (el ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, dijo tener un acuerdo con Bagdad), y mantener su presencia en toda la región. Por su parte, las autoridades locales kurdas advirtieron de que pese a la pérdida de la ciudad, «la resistencia de Afrin continuará hasta la liberación de cada territorio». Othman Sheij Issa, copresidente del Consejo Ejecutivo de Afrin aseguró que las fuerzas kurdas «están presentes en toda Afrin y se convertirán en una pesadilla permanente» para las tropas turcas y los grupos aliados. «Nuestra guerra contra la ocupación turca entró en una nueva etapa: pasamos de una guerra de confrontación directa a una táctica de ataques relámpago» añadió. También el líder histórico del Partido de la Unión Democrática (PYD) Saleh Muslim subrayó que «la retirada de una batalla no significa la pérdida de la guerra o la rendición en la lucha. La lucha seguirá y el pueblo kurdo continuará defendiéndose del genocidio planificado. La victoria será para los pueblos de Siria del Norte».

Según el OSDH, más de 1.500 combatientes kurdos así como 400 combatientes proturcos han muerto en esta ofensiva. Las autoridades kurdas señalan que en la invasión también han muerto unos 500 civiles y 820 combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

Sigue el éxodo masivo de Ghuta entre negociaciones y combates

El éxodo masivo continúa en el enclave rebelde de Ghuta Oriental, dividido en tres zonas separadas por la ofensiva del Ejército sirio. Unas 25.000 personas salieron ayer, según el Gobierno ruso, que señaló que son ya unos 73.000 los civiles que la han abandonado desde finales de febrero. Pero solo pueden hacerlo por un corredor habilitado al norte. Uno de los grupos insurgentes, Faylaq al-Rahman, negociaba a través de la ONU un acuerdo con Rusia para evacuar a sus combatientes. Con todo, bombardeos y combates continuaron y las tropas del Gobierno controlan ya el 82% de Ghuta. Como preludio a su conquista total, el presidente, Bashar al-Assad, visitó la región por primera vez en años.GARA