Imanol Intziarte
Periodista
SEIS NACIONES 2018

El trébol ya tiene su tercera hoja

Irlanda ha conquistado el tercer Grand Slam de su historia y lo certificó el día de su afamado patrón en la cancha que más les hace salivar, el templo de Inglaterra. Los de la rosa han sido los grandes derrotados, Gales y Escocia han sumado tres victorias, Francia se ha mostrado como un equipo dificil de ganar e Italia ha vuelto a ser la Cenicienta.

El pasado viernes me topé con una foto de decenas de barriles de cerveza prestos a ser introducidos en un pub de Dublín. Apostaría a que se quedaron cortos. Porque al día siguiente Irlanda ganó el tercer Grand Slam de su historia, después de los de 1948 y 2009. Tres en 124 participaciones. Histórico y festejable sin mayores aditamentos. Si sucede el día de San Patricio y con una victoria en Twickenham sobre la “querida” Inglaterra, la gesta se cantará en todo tugurio que se precie hasta el final de los tiempos.

Los del trébol tiraron de viejos conocidos que funcionan como un reloj, desde Best como talonador y líder de una delantera dominante, pasando por la bisagra Murray-Sexton, hasta llegar a Kearney de guardaespaldas.

Y las novedades del neozelandés nacionalizado Bundee Aki como primer centro y, sobre todo, del joven ala Jacob Stockdale. El de Ulster ha posado 7 ensayos en 5 partidos, récord en el formato actual. Lleva 12 en 10 partidos con la selección. Un ‘killer’.

Irlanda arrancó con una sufrida victoria en París merced a un lejano drop de Sexton cuando ya había sonado la sirena, y al final le sobró un partido.

Porque nadie se atrevió a aventurar el petardazo de Inglaterra. Los de la rosa llegaban con un balance de 22 victorias en 23 partidos, candidatos a ganar en solitario por tercera vez consecutiva el Seis Naciones, algo que nunca se ha conseguido.

Buena parte de la prensa inglesa ya se dejaba llevar por la euforia y se relamía ante un duelo de titanes contra Nueva Zelanda en el Mundial de 2019. Pero analistas de fuera de las islas venían advirtiendo de que bajo ese manto de resultados el juego del rey estaba, no desnudo, pero sí en paños menores.

Tras pasearse ante Italia y ganar sin alharacas a Gales, los de Eddie Jones encajaron el primer golpe en el estómago en Murrayfield. Luego se chocaron contra el muro francés en París y, ya sin opciones, la puntilla ante Irlanda. Quinta plaza que obliga a repensar muchas cosas y quizás dar el pasaporte a jugadores que ya están de vuelta. Veremos qué rumbo toma Jones.

Gales ha sido segundo ajustándose al guion previo. Victorias en casa ante Escocia, Italia y Francia, derrotas fuera frente a Inglaterra e Irlanda. Ni frío ni calor. Ha dejado muy buenas sensaciones el flanker Josh Navidi, el hombre de las rastas.

Debutó con los dragones en 2013, pero tuvieron que pasar 4 años para hacerse con un puesto en la tercera línea. Su apellido es extraño para un galés, pero es que su padre, Hedy Navidi, del que cuentan que fue un buen competidor de lucha libre, llegó desde Irán con 18 años para estudiar, conoció a la que sería su mujer y se quedó. El hijo tampoco es de los que se arruga.

 

Escocia ha ganado la Calcutta Cup, y eso ya es motivo de celebración para los caledonios, que no se imponían a Inglaterra desde 2008. Los de Gregor Towsend han sumado además otras dos victorias, pero les falta arañar algún triunfo de postín lejos de Murrayfield. Este año han sido ampliamente superados tanto en Cardiff como en Dublín.

El cardo mantiene sus señas de identidad de los últimos tiempos, un equipo alegre con el balón y metros para correr, pero que sufre en las distancias cortas. Si hay que destacar un nombre, nos quedamos con el del segundo centro Huw Jones.

El tiempo dirá si lo de Francia es el principio de una catarsis, de la aceptación de su presente. Se rememora el champagne, pero si las uvas dan para vino, el camino pasa por hacer el mejor vino posible. Les Bleus han jugado a lo que juegan sus clubes: campo rival, impacto físico y sumar de tres en tres. Tan feo como el bajito de los hermanos Calatrava, pero efectivo y más natural para esta Francia. Bastareaud, un centro con tonelaje de pillier, es el icono.

Francia doblegó a Inglaterra en Le Crunch, y sus tres derrotas han sido por 1 punto (Gales), 2 (Irlanda) y 6 (Escocia). Son el equipo que menos ensayos ha anotado (8) pero también el que menos ha encajado (6).

Los vascos Teddy Thomas y Arthur Iturria fueron protagonistas en los dos primeros choques. Pero una salida nocturna en Edimburgo, aderezada con alcohol, algún rifirrafe con hinchas locales e incluso acusaciones de acoso a una joven, les llevó al ostracismo a modo de castigo. Iturria tiene más boletos para ser absuelto, pero Thomas ya se ha ganado fama de ‘enfant terrible’.

La cuchara de madera, esperada, para una Italia con hechuras hippies, vive y deja vivir. Puestos a perder, mejor dando espectáculo. 12 ensayos marcados y 27 encajados. En boca de todos está Matteo Minozzi, el zaguero de Zebre que cumplirá 22 años en junio. Sergio Parisse sigue engordando sus estadísticas y ya ha igualado a Brian O’Driscoll como jugador con más partidos en el torneo, 65.

En el Torneo femenino, Francia e Inglaterra han demostrado que están un par de escalones por encima del resto. El choque entre ambas fue en Grenoble, con 17.000 personas en las gradas del Stade del Alpes. Un hat-trick de Jessy Tremouliere, el tercer ensayo sobre la bocina, dio la victoria a las locales por la mínima (18-17). Pauline Bourdon y Céline Ferer, del AS Bayonne, y la pilier zuberotarra Patricia Carricaburu –del Lons–, han tenido un protagonismo destacado en este Grand Slam.

Al margen del Seis Naciones, la comidilla pasa por el Bélgica-España. Los visitantes necesitaban ganar para clasificarse para su segundo Mundial, después del de 1999. Si ganaban los belgas, el billete era para Rumanía. Y el árbitro era rumano. Una situación que no es inusual en el rugby, aunque la Federación Española había reclamado un cambio del equipo arbitral, que fue denegado.

España, con los labortanos Beñat Auzqui y Guillaume Rouet como titulares, entró al choque nerviosa, y la polémica actuación del colegiado terminó por desquiciar a los Leones. Al final, 18-10 para Bélgica y unas imágenes que han dado la vuelta al mundo, con algunos españoles persiguiendo al árbitro y este saliendo por pies del estadio ante una posible agresión.