Nueve jornadas ligueras le restan a este Athletic para poner fin a un calvario que, ojo, tampoco es nada del otro jueves si tenemos en cuenta que a pesar de los buenos últimos años que el equipo nos ha dado en lo deportivo, en la segunda temporada de Marcelo Bielsa los números en la tabla clasificatoria eran muy similares a los actuales en la fecha 29 del campeonato, en el puesto décimotercero en ambos casos, aunque con el argentino las victorias eran diez y con Kuko Ziganda solo ocho, las mismas que el innombrable Stepanovic, que fue destituido dos jornadas después, en la 31. Nueve encuentros por delante para, parafraseando al técnico navarro en el post partido del Camp Nou, al menos poder terminar la temporada pudiendo mirarse a los ojos unos a otros.

«No le pido que pare las que van dentro, pero no se meta las que van fuera», contaba don Alfredo Di Stéfano que era lo único que demandaba a sus guardametas. Y es lo que la afición le pide a los suyos, que hagan lo posible en lo que resta de curso para que su trayectoria e imagen esta campaña no empeore. Al Athletic le restan partidos a domicilio nada fáciles y sí exigentes, y citas en su feudo que van a ser, cada una, una reválida para el grupo, en lo colectivo y en lo individual. Quién sabe si, ahora, con nada que perder por abajo y prácticamente nada que ganar por arriba, los futbolistas puedan soltar lastre, olvidarse de objetivos deportivos y reivindicarse no solo para esta, sino para una temporada, la próxima, que vendrá con curvas.

Ziganda sostuvo tras la debacle europea que todavía quedan objetivos por alcanzar. Algunos se rieron abiertamente. Pero no dijo nada raro. Metas individuales de cada jugador al margen, en una campaña donde muy pocos han rayado a un nivel aceptable, al Athletic le quedan cinco duelos en casa, entre ellos el que cierra la Liga, ante el Espanyol, y que tendrá mucho de veredicto; resta visitar el Bernabéu y dos derbis, en Anoeta y Mendizorrotza, para los que no hará falta mentalización ninguna.

Alicientes suficientes como para no dar por acabada la temporada aun cuando solo se traten de premios de consolación. A ello habrá que sumar que a vuelta del parón de selecciones Ziganda habrá recuperado a Balenziaga –el jugador con el que el equipo mejor rinde ofensivamente y se traduce en un mejor promedio de goles por partido–, la plantilla se habrá reseteado física y mentalmente, y el anunciado regreso de Muniain al césped será otro incentivo más.

«Si fuera un rancho me llamaría ‘Tierra de Nadie’», le dice Rita Hayworth a Glenn Ford en ‘‘Gilda’’. En tierra de nadie está este Athletic que necesita de acicates para evitar que lo que no mejore, empeore más. Porque como alguien susurraba a la protagonista de la inolvidable escena del guante, «las cosas malas terminan en soledad, chiquilla».

La UEFA abre expediente disciplinario al Marsella

La UEFA acordó ayer la apertura de un expediente disciplinario por los incidentes ocurridos en el último partido europeo del Athletic y en el que responsabiliza al Olympique de Marsella del encendido y lanzamiento de bengalas y de incidentes de público. En dichos incidentes, dentro del estadio de San Mamés, resultaron heridos dos guardas de seguridad y fueron detenidos dos seguidores franceses y otro de nacionalidad belga. El caso será estudiado el próximo jueves por la Comisión de Control Ética y Disciplina del organismo del fútbol continental. La UEFA también anunció que tiene abierta una investigación por los incidentes que igualmente se produjeron en la capital bilbaina el pasado 22 de febrero, antes del partido Athletic-Spartak de Moscú, en las inmediaciones de La Catedral, donde hubo enfrentamientos entre grupos de hinchas rivales y se produjo el fallecimiento por causa natural de un ertzaina.J.V.