GARA
bruselas

Los Veintisiete aprueban las directrices para la futura relación con Reino Unido

Los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete países que permanecerán en la Unión Europea (UE) tras la salida de Reino Unido aprobaron ayer las primeras directrices para negociar con Londres y Bruselas su futuro marco de relaciones, incluido el acuerdo comercial, tras el Brexit. Advirtieron de eventuales «fricciones» comerciales, ya que la cooperación económica con Reino Unido será menos estrecha al abandonar también el mercado único europeo y la unión aduanera.

Esto «tendrá consecuencias económicas negativas, en particular en Reino Unido», ya que se requerirán «controles y comprobaciones para mantener la integridad» del mercado único de la UE y del británico, advierten los Veintisiete.

La cuestión no es baladí, sobre todo respecto al norte de Irlanda. Londres y Bruselas quieren evitar una frontera física en la isla y los europeos quieren garantizar un espacio común con las mismas reglas y «sin fronteras internas», a falta de otra solución satisfactoria para preservar el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998, si bien Londres teme que esto afecte a su integridad territorial.

Con ese objetivo, los europeos abogan por negociar un acuerdo de libre comercio «ambicioso», aunque en sus directrices no hacen una referencia explícita a los servicios financieros que reclama Londres.

Reiteran en esas directrices su determinación de tener una asociación «tan cercana como sea posible» y expresan su deseo de que cubra áreas adicionales al comercio y la economía, sobre todo la lucha contra el «terrorismo» y el crimen internacional, la seguridad, la defensa y la política exterior.