No por mucho madrugar amanece más temprano, reza el dicho popular, recogido en obras maestras como ‘‘La Celestina’’ o ‘‘La lozana andaluza’’. Iker Muniain recibió ayer el alta médica entre el júbilo de prensa y aficionados que ahora elucubran sobre si dispondrá ya de minutos ante el Celta este domingo, como si del gancho necesario se tratara para que San Mamés no enseñe demasiado esqueleto en mitad de la Semana Santa. «Qué bueno que volviste amigo», tecleó en las redes sociales su ‘bro’ Iñaki Williams. Regreso de una de las piezas clave del Athletic que invita a felicitarse, como no podía ser de otra manera, aunque a todas luces, y si tenemos en cuenta los ritmos de recuperación habituales para este tipo de lesiones, su regreso se produce mucho antes de lo considerado normal. Y o una de dos, o su caso acaba siendo de Récord Guinness o... crucemos los dedos para que el jugador no tenga una recaída.

El navarro cayó lesionado de su rodilla derecha a finales de setiembre. Rotura de ligamento cruzado interno, misma lesión que en abril de 2015 pero aquella vez en la izquierda. Estamos ante una de las lesiones más temidas entre los deportistas, el prólogo que nadie quiere escribir de un proceso de largo recorrido tras pasar por el quirófano. Un periodo de recuperación que los estudios recientes aconsejan se dilate mínimo nueve meses y es que por cada mes que se alargue la rehabilitación hay un 15% de posibilidades menos de sufrir el mismo daño.

Hasta hace unos años se pensaba que a los 6-7 meses, si la rodilla iba bien, el convaleciente estaba listo para regresar. Pero sucedía que el riesgo de recaer estaba muy presente. El caso del realista Sergio Canales es de libro, sin olvidar a Sergio Asenjo. Iker Muniain volvió a competir ocho meses después de su primera lesión de ligamento en 2015 y se volvió a romper en 2017. Estudios muy recientes sobre recaídas revelan que 1 de cada 4 jugadores menores de 25 años volverán a romperse el LCA a lo largo de su carrera. Ahora, recibe el alta médica solo cinco meses y medio después de pasar por quirófano y dando muestras en este tiempo de un proceso de recuperación que asombra a los especialistas.

En una investigación desarrollada por Nagelli y Hewett en 2016 se sostenía que la rodilla no está biológicamente preparada ni recupera la normalidad estándar hasta dos años después de la operación del LCA. Indicaban, eso sí, que lo normal es que a partir de los siete u ocho meses, no antes, podría darse una vuelta a la competición de cumplirse los test a superar en cada fase de recuperación.

«Afortunadamente ha ido todo de maravilla, las sensaciones que he tenido durante todo el proceso no han podido ser mejores y me encuentro muy bien entrenando y haciendo todo tipo de ejercicios», se felicitó el extremo en un vídeo con sus declaraciones, subido a las redes sociales por el club bilbaino.

En estas manifestaciones, Muniain se muestra «muy feliz de recibir el alta, de poder estar disponible para el mister» y de poder ayudar a sus compañeros «en estos partidos que quedan y muy contento de haber superado esta etapa de lesión y de estar bien de nuevo». El rojiblanco dice estar también deseoso de poder «devolver en el campo todo el cariño y todo el calor» que le ha dado la gente, «a la que estoy muy agradecido». Deseo que «ojalá», añade él, pueda cumplir. Confiando en que para Iker sea su última lesión grave, será Kuko quien dé cuenta mañana de sus planes con el ‘10’ .

Garitano se ve cerca de renovar por el Leganés

«Es pregunta trampa. Si me preguntáis por 50 equipos más... Mi sueño era entrenar en Primera. Por suerte se ha dado. Ahora la idea es mantenerse. Dónde... no lo sé, porque no es fácil entrenar en Primera. Valoro mucho eso. Dónde poder estar no lo sé. A día de hoy, donde más cerca estoy es en el Leganés», zanjó Asier Garitano en entrevista en Teledeporte. «La verdad es que en el Leganés estoy bien. Acabo contrato. Ya tengo oferta del Leganés. Es con el único club, lógicamente, con el que hemos empezado a hablar», aclaró.GARA