El Gobierno israelí rechazó las peticiones de una investigación independiente tras la matanza de 16 palestinos por disparos de soldados israelíes durante la Gran Marcha del Retorno del viernes en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel, la primera de una serie de movilizaciones que se extenderán durante seis semanas y en la que tomaron parte miles de personas.

Los palestinos acusaron a los soldados de disparar contra manifestantes que no representaban amenaza. Y tanto el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, como la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, pidieron una investigación «independiente y transparente» sobre lo ocurrido.

«Hicieron lo que tenían que hacer. Nuestras tropas merecen un reconocimiento, y no habrá investigación. No cooperaremos con ninguna comisión de investigación», aseveró ayer el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, al considerar que «la mayoría eran terroristas».

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, felicitó a su Ejército por haber «protegido las fronteras del país» el viernes, mientras Lieberman señalaba que las protestas no fueron «el festival de Woodstock».

Según Lieberman, los llamamientos a una investigación independiente son «hipócritas» y se sumó a la defensa de sus tropas, alegando que Israel estaba tomando «medidas firmes para defender su soberanía».

Los 16 fallecidos confirmados y el alto número de heridos, más de 1.400 –758 por fuego real y el resto por balas de goma o inhalación de gases–, provocaron algunas críticas por «el excesivo uso de la fuerza».

El Ejército dice que los manifestantes lanzaron objetos incendiarios a los soldados y sobrepasaron los 300 metros don- de tienen prohibido el paso, desde valla fronteriza en el lado palestino, ante lo que respondieron con material antidisturbios, fuego real y gases lacrimógenos lanzados desde drones.

La ONG palestina Al-Mizan y la israelí Adalah solicitaron ayer a Israel el acceso a este área, al identificar el viernes a dos hombres que se encontraban en «condiciones desconocidas» a 150 metros de la frontera.

El comandante general Yoav Mordejai, responsable del organismo militar que controla los territorios palestinos, informó de que retienen los cuerpos de esos dos palestinos – que identificó como Masab Salul, miembro de las Brigadas Ezzedin al-Qassam, y Mohammed Rabay–, lo que aumentaría a 18 los fallecidos, aunque el Ministerio de Sanidad de Gaza no lo confirmó. Advirtió de que no devolverán los cadáveres hasta que recuperen los cuerpos de los cautivos israelíes que Hamas mantiene en el enclave desde 2014.

Netanyahu no acepta lecciones de quien «masacra civiles»

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reprobó ayer la condena del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de la masacre en la frontera con Gaza, en la que murieron 16 palestinos, y dijo que no recibirá lecciones morales de quien «ocupa, invade y masacra civiles». «El más moral Ejército en el mundo no recibirá lecciones de aquellos que desde hace años bombardea población civil indiscriminadamente», escribió Netanyahu a primera hora en su cuenta de Twitter. Horas después le reprochó: «Erdogan no está acostumbrado a que le respondan. Debería hacerlo. Alguien que ocupa el norte de Chipre, invade la región kurda y masacra a civiles en Afrin, no puede darnos lecciones morales sobre valores». Erdogan había acusado a Netanyahu de dirigir «un Estado terrorista» y «ocupante». «Dice que nuestros soldados oprimen a las víctimas en Afrin. Netanyahu, eres muy débil y eres raro. Por una vez, compórtate. Nosotros sufrimos el terrorismo, pero tu problema no son los terroristas. Porque tú eres un Estado terrorista», dijo. GARA