Joseba VIVANCO
Athletic

Son profesionales y punto

De Marcos zanja la repetitiva pregunta sobre las motivaciones que le quedan al equipo: «Es nuestra profesión y quiero jugarlo todo».

«Aunque mucho se ha gastado mucho queda aún; y si bien no tenemos ahora aquella fuerza que en los viejos tiempos movía tierra y cielo, somos lo que somos: corazones heroicos de parejo temple, debilitados por el tiempo y el destino, más fuertes en voluntad para esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse»

‘‘Ulyses’’, Lord Alfred Tennyson

El descorazonador empate ante el Celta en San Mamés dejó al filo de lo imposible la clasificación europea de los rojiblancos. Y si antes de esa penúltima bala la pregunta que se repetía una y otra vez en las ruedas de prensas de los jugadores no era otra que la motivación a la que agarrarse con Europa como misión casi imposible, ahora la misma cuestión toma tintes absurdos. Y eso con ocho jornadas por delante. Ocho partidos para poner en solfa la profesionalidad de unos futbolistas que tienen que echar mano de patrióticas justificaciones como el «escudo que llevamos en el pecho», que decía Kepa, o simplemente diplomáticas como que «quien no quiere jugar lo que queda es que no le gusta el fútbol», que ayer se sacó de la chistera De Marcos.

Difícil imaginar a este equipo, con la que les está cayendo toda la temporada, y a estos jugadores, con lo cuestionados que llegan a final de curso, dejarse llevar teniendo por delante tantos encuentros, con alicientes como visitar el Bernabéu, dos derbis y devolverle al público de San Mamés la deuda que han contraido con él esta campaña. Y si eso no fuera suficiente, simplemente apelar a su profesionalidad, la de ganarse su sueldo cada jornada que resta, la de reivindicarse ante uno mismo, ante su afición y ante el nuevo entrenador que esté por venir. Las cosas pueden salir bien, mal o regular, puedes ceder un empate en el minuto 90 como el sábado, pero este colectivo no puede permitirse dar muestras de dejadez de aquí a final de temporada. Son profesionales, es su trabajo, encima les gusta y les pagan por ello.

«No es que nos agarremos a algo –defendía De Marcos–, pero es que yo quiero jugar si puedo los ocho partidos... Y no me imagino a Muniain, que acaba de salir de una lesión... No hay excusa para no ir a ganar cada partido. Es nuestra profesión y nos gusta». Tan simple como eso. Y si alguien, dentro del grupo, se lo toma diferente, el de Guardia lo tiene muy claro: «Sabemos que las posibilidades de llegar a Europa son menores, estamos a diez puntos, pero nos agarramos a cualquier mínima opción. Y si no vamos a cada partido jugándonos la vida, estamos fuera en dos fines de semana».

Para el equipo y para cada jugador estas fechas que restan serán un continuo examen. A nadie, y menos a ellos mismos, se les escapa que se avecinan cambios, la llegada de un nuevo entrenador y nuevos jugadores que fomentarán la competencia interna. A ello se refirió también Óscar de Marcos, que reconoció «es lógico» que se hable de ello. «Cuando las cosas no van como queremos se buscan culpables, soluciones y se priorizan los cambios. Y se habla de jugadores nuevos, de un técnico nuevo... es lógico. Solo queda admitirlo y nosotros demostrar que queremos estar aquí el mayor tiempo posible y dar el nivel», defendió a quienes integran la actual plantilla.

Las noticias a ese respecto no dejan de ver la luz. No solo si Berizzo gana enteros, Asier Garitano los pierde o Tuchel es un oscuro objeto del deseo, también se cita a jugadores como Iturraspe o hasta San José como prescindibles, se señala que Unai López volverá del Rayo a sumarse a los Dani García, Ander Capa o Cristian Ganea como refuerzos, y es que no solo está en tela de jucio una temporada «muy irregular donde no hemos tenido ni tres partidos seguidos dando el nivel que nos hubiera gustado», en palabras de De Marcos, sino una tendencia descendente que se arrastra de la última campaña con Ernesto Valverde.

«Es cierto que no hemos estado en nuestra mejor versión esta temporada, muy pocos jugadores lo han estado» asumió el rojiblanco. Como para estar preguntando día sí y día también si existen suficientes motivaciones de aquí a finales de mayo.

Fue penalti a Iñaki Williams...

El Athletic informó ayer que el Comité de Competición ha retirado las amarillas que vieron ante el Celta tanto Iñaki Williams como Iñigo Martínez, estimando así las alegaciones presentadas por la entidad rojiblanca. Una decisión que deja en mal lugar el ya de por sí cuestionado arbitraje del madrileño Del Cerro Grande, sobre todo en esa jugada en la que se le reclamó penalti del defensor Jonny al ‘11’ del Athletic y en su lugar el colegiado interpretó que se había tirado. Si Competición no ve amarilla en la acción, parece lógico pensar que sí hubo pena máxima. El hecho es que los leones se quedaron sin que les señalaran a favor otro penalti más, que no están siendo pocos este curso. Nada menos que cinco le han pitado en solo los últimos nueve partidos ligueros. Ahora mismo el Madrid y Getafe son los equipos con más penaltis a favor, ocho, en esta Liga, por delante de Athletic y Valencia, ambos con siete. Un dato alentador si tenemos en cuenta que los leones visitan el lunes al Villarreal, que pasa por ser el equipo al que más han castigado con penas desde los once metros, hasta siete, dos de ellas detenidas por Asenjo.J.V.