GARA
VARSOVIA

Varsovia conmemora el levantamiento del gueto judío en su 75 aniversario

Andrzej Duda presidió los actos conmemorativos del 75 aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia contra la ocupación nazi, una celebración en la que estuvo presente la polémica diplomática entre Polonia e Israel por la criticada ley polaca sobre el Holocausto.

«Fue el alzamiento de personas que mantuvieron su dignidad hasta el final, y que decidieron morir con las armas en sus manos porque no querían solo sobrevivir, sino mostrar a los alemanes que los judíos no podían ser aplastados tan fácilmente y que no se rendirían», dijo el presidente de Polonia, Andrzej Duda, en un discurso con motivo del aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia contra la ocupación nazi.

Antes, Varsovia se paralizó mientras todas las sirenas sonaban en recuerdo del alzamiento del gueto, que logró ofrecer resistencia a los invasores durante un mes pese a la precariedad de recursos para defenderse.

El 19 de abril de 1943, cientos de combatientes judíos atacaron a los nazis, prefiriendo morir empuñando las armas en vez de hacerlo en las cámaras de gas del campo de exterminio de Treblinka, adonde el ocupante alemán había enviado a más de 300.000 judíos de Varsovia, encerrados en el gueto en condiciones inhumanas.

Organizaciones antifascistas celebraron su propia manifestación en el antiguo barrio judío, al mismo tiempo que el acto oficial, para mostrar su oposición a la «usurpación de las ceremonias de aniversario por los políticos». Sus seguidores desfilaron hasta el memorial de Umschlagplatz, de donde partían los trenes hacia Treblinka, en el este.

Arboles y flores

Por la tarde, en una plaza del barrio, la fundación Shalom inauguró “El árbol de las lágrimas”, un sauce llorón cuyas hojas simbolizan el llanto de las madres judías que tuvieron que separarse de sus hijos para salvarlos durante el Holocausto. En cualquier caso, el símbolo más visible para los habitantes de la capital fueron los narcisos amarillos que llevaron prendidos en la ropa, una tradición reciente que gana adeptos año tras año.

«Unos 2.000 voluntarios reparten este año los narcisos de papel en Varsovia, dos veces más que el año pasado», declaró Maria Mossakowska, coordinadora de esta iniciativa en el Museo de la Historia de los Judíos Polacos, que lanzó la iniciativa hace cinco años. Se distribuyeron más de 120.000 flores durante el día en la capital polaca.

«Querían morir para no dejarse atrapar»

A sus 86 años, Krystyna Budnicka, la única superviviente de su familia, considera un deber contar su experiencia en el gueto para que siga viva la memoria de sus parientes fallecidos. «Perdí a mis seis hermanos, a mi hermana, a mis padres y a cuatro esposas de mis hermanos. Me quedé sola», cuenta con voz firme. La vida en el gueto se parecía a una muerte lenta. Su padre «perdió toda voluntad de vivir, de luchar», cuando, un día que caminaba por la calle, los alemanes le cortaron la mitad de la barba «sólo para divertirse antes de ponerse a bailar a su alrededor», recuerda la anciana. Sus hermanos construyeron un búnker en el que «sustituimos el día por la noche para no hacer ruido y evitar cualquier movimiento». Cuando combatientes judíos atacaron a los nazis, sus hermanos, que formaban parte de la resistencia judía ZOB, emprendieron la lucha: «Se disponían a morir para no dejarse atrapar, querían morir en combate», asegura. «Los alemanas incendiaban las casas, una tras otra, todo el gueto ardía», y huyeron por las alcantarillas.GARA