EHNE Nafarroa indicó que la CHE tendrá que explicar a la ciudadanía, y especialmente a los trabajadores y las trabajadoras del sector primario afectados de manera directa por dichas riadas, el porqué del escaso efecto laminador de los grandes embalses, uno de los usos que en su momento se justificó como prioritario para la construcción de estas infraestructuras.

«Quizás responda a dicha cuestión el hecho de que algunos de ellos, caso de Yesa e Itoiz, estuviesen a una cota de llenado superior al 90%, según cifras oficiales y públicas, aún a sabiendas con muchos días de antelación de la previsión meteorológica que se avecinaba, con predicciones de más de 150 litros por metro cuadrado que desgraciadamente se cumplieron», apuntó. «¿Existen intereses inconfesables que obligaron a mantener esos pantanos al límite de su capacidad cuando la lógica y la prudencia apuntaban precisamente a lo contrario?», preguntó dirigiéndose a la CHE.

Materializado el daño y aparte de las ineludibles responsabilidades a exigir, desde el sindicato agrario demandan que se pongan en marcha con carácter inmediato soluciones diligentes y efectivas por parte de las diferentes instituciones. Por su carácter prioritario, la reparación a la mayor brevedad posible de los equipamientos de contención y motas deteriorados, con el fin de que posibles futuras avenidas no ejerzan un efecto multiplicador, destrozando más las propiedades afectadas.

«Somos conscientes de que el sector primario siempre va a tener que convivir con estas afecciones meteorológicas y para nada somos partidarios de intervenciones agresivas que puedan afectar a la fauna fluvial, como serían los dragados, pero sí consideramos que se deben llevar a cabo actuaciones de naturaleza más sostenible que aminoren las consecuencias de dichos desbordamientos», defendieron.

Reclamaron la creación de una ventanilla única donde formalizar la declaración de daños, desde la que se lleven a cabo las labores de gestión, reparación y administración de las correspondientes indemnizaciones.