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Diez muertos en violentas protestas en Nicaragua

Nicaragua amaneció con militares desplegados en varias ciudades, tras una noche de choques y vandalismo que dejó siete muertos, lo que eleva a diez la cifra de fallecidos en las protestas contra la reforma de la seguridad social.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, expresó ayer su disposición al diálogo en relación al sobre un paquete de reformas de la seguridad social que ha provocado esta semana graves protestas, unas de las más violentas en los once años de Gobierno de Ortega, que se han saldado con al menos diez fallecidos, uno de ellos policía. Ortega denunció ayer una conspiración impulsada por grupos financiados por EEUU y vinculó las protestas al narcotráfico.

La reforma planteada por el Gobierno, y todavía no aprobada, propone un aumento de la cuota patronal y laboral, y establece una cotización de 5% para los jubilados de por vida.

Las manifestaciones se intensificaron el viernes por tercer día consecutivo con marchas, barricadas, choques con la Policía, saqueos y actos vandálicos y ataques a instalaciones del Gobierno en Managua y otras ciudades del país, como Masaya, Estelí y León, que ayer amanecieron –como otras del país– con presencia de militares.

Los opositores responsabilizaron a grupos afines al Gobierno de provocar esos daños para justificar la salida del Ejército a las calles, con ánimo intimidatorio.

El sector privado se levantó de la mesa cuando negociaban las reformas al seguro social y acusó al Gobierno de romper ese modelo de alianza y consenso, justo cuando los jóvenes comenzaban a movilizarse en las calles y abrían otro frente al Ejecutivo, que no esperaba esa reacción de la población.

El viernes por la noche, la vicepresidenta, Rosario Murillo, dijo que el Gobierno aceptó retomar el dialogo con el sector.

Las manifestaciones han tomado por sorpresa al Gobierno, que había logrado hasta ahora disuadirlas mediante la influencia que el FSLN ejerce sobre el aparato público y militar.

«Es una protesta que nació de las bases, no hay un movimiento, ni partido político» que la dirija, y «creo que agarró al Gobierno fuera de base, no espera- ban esta reacción», explicó a AFP el analista político independiente Oscar René Vargas.

Aunque esta propuesta de reforma ha sido el desencadenante de las manifestaciones, un ambiente de rebeldía contra el Gobierno ya se notaba desde los últimos meses del año pasado.

Según expertos, la población ha soportado en silencio el encarecimiento de la vida por las constantes alzas de los combustibles y tarifas de luz, despidos en el sector público y reducción de beneficios sociales por la caída de la ayuda venezolana.

La gente también ha expresado inconformidad con la respuesta oficial al reciente incendio en la reserva forestal Indio Maíz y con las irregularidades en los procesos electorales, que según la oposición han sido amañados por el oficialismo.