Ane URKIRI ANSOLA
ALAVÉS

Gran Canaria, ¿testigo de un descenso y una salvación?

En el estadio pueden certificarse la pérdida de categoría del Las Palmas como la permanencia del Glorioso.

El fútbol poco entiende de las gamas de colores. Muchas veces se diferencia entre blanco y negro, no hay grises. Cuando estás arriba todo es de color de rosa, pero una derrota enseguida lo ocurece todo.

Hoy mismo, esa ausencia de grises puede llegar a su extremo. Un equipo puede sellar su permanencia, mientras el otro –que ya está condenado al descenso– puede confirmar su participación en la categoría de plata para el próximo curso. Blanco o negro.

Evitar tan tempranero descenso será el objetivo de un Paco Jémez que no pudo evitar el discurso derrotista después de perder in extremis ante el Betis el jueves. «Cuando el club vendió a Viera me tendría que haber ido», manifestó el canario. Y es que el equipo insular no sabe lo que es ganar sin su jugador estrella. Jémez, por su parte, al menos sí puede decir que celebró dos victorias allá por enero y febrero ante el Valencia (2-1) y el Málaga (1-0). Sin embargo, encadena once jornadas consecutivas sin ganar y ha igualado el récord de derrotas en Primera División (22), al igual que el peor registro en su propio feudo (10). 

Con 21 puntos cosechados –10 de ellos con Jémez en el banquillo– es el penúltimo en la clasificación, a trece puntos del Levante, que es quien marca actualmente la salvación con 34 puntos a falta de disputar su partido de mañana en San Mamés. Por tanto, si los canarios quieren mantener cierta esperanza deben ganar hoy a un Alavés que llega herido a Gran Canaria, un escenario en el que no gana desde hace cuatro años. Esa última victoria a domicilio se cosechó en la temporada 2013-2014 en el marco de la Segunda División (0-2) y en los últimos 23 años ha sumado 11 puntos en total en el estadio insular –ahora Gran Canaria–. 

A por la quinta

La derrota frente al Girona, por cómo se fraguó, hace prever que el Glorioso visitará Canarias con la mentalidad de curar esa herida a costa de un equipo que apenas ve la luz al final del túnel. Una victoria le daría el billete para la permanencia. A diez puntos del Deportivo de La Coruña, antepenúltimo en la clasificación, un triunfo aumentaría a trece la ventaja a falta de cuatro jornadas por disputarse. 

Y Abelardo no quiere sustos. Si el partido de Montilivi significó un antes y un después, tampoco hay que olvidarse de los tres puntos sumados ante el que entonces era un rival de lo más directo. Un triunfo en casa que le permitió agrandar la distancia conseguida una semana antes en tierras gerundenses. Un logro de lo más necesario para entender la trayectoria del Deportivo Alavés. 

Vencer a un rival directo le dio alas incluso para competir en el Wanda Metropolitano, y sobre todo para luego volver a vencer a otro rival directo y así enviar el mensaje contundente de que ese Alavés no estaba dispuesto a bajar a la categoría de plata. 

Cierto es que nada tiene que ver la trayectoria encadenada en casa y la foránea, pero por lo menos pudo darle un poco más de color a las estadísticas ganando en un estadio tan complicado como el de Ipurua. Fue la cuarta victoria que el Alavés conseguía fuera de Mendizorrotza, la tercera para el ‘Pitu’ Abelardo que venció en Girona, Villarreal y Eibar.

 

Los disponibles

Para repetir la misma historia el ‘Pitu’ ha viajado con 21 futbolistas por lo que tendrá que descartar a tres de ellos horas antes de empezar el partido. Se quedan en Gasteiz por decisión técnica Bojan, Santos, Víctor López, Héctor Hernández y Burgui, mientras que Vigaray sigue de baja médica. 

Por parte de la UD Las Palmas, Jémez tendrá problemas para alinear su mejor once porque además del sancionado Macedo, causarán baja cuatro jugadores: Bigas, Peñalba, Momo y Emenike. Y quedan fuera por decisión técnica Tana y Expósito.

«Ellos se juegan la vida»

«Es un partido peligroso y nos tenemos que mentalizar muy bien para ganar, ya que ellos estarán más sueltos porque no tienen tanta presión al tener muy difícil mantenerse», opinó un Abelardo Fernández que volvió a comparecer en rueda de prensa apenas dos días después de analizar la derrota frente al Girona y advirtió que él mismo se encargará de que sus jugadores no piensen que va a ser una tarea fácil ganar en Las Palmas. «Porque ellos se juegan la vida», argumentó. 

«Es un partido muy serio y podríamos tener cuatro jornadas tranquilas si ganamos», apuntó el técnico gijonés y adelantó que va a haber cambios en el once. Asimismo, alertó de que las condiciones climatológicas le pueden pasar factura porque son totalmente distintas a Gasteiz, «con más calor y más humedad» y que si el rival tiene un buen día puede hacer mucho daño, «con jugadores muy técnicos que manejan muy bien el tempo del partido». A.U.A.