Miles de personas se congregaron ayer tarde en la Plaza de la República de Ereván para exigir la liberación del líder opositor y diputado, Nikol Pashinian, detenido por mañana tras el fracaso de un encuentro con el expresidente y primer ministro, Serzh Sargsian, cuya renuncia exigen.

Por primera vez desde el comienzo de las protestas antigubernamentales en Armenia el pasado 13 de abril, la protesta se celebró sin su líder. Solo ayer se produjeron más de 280 arrestos.

La Policía disparó por la mañana granadas aturdidoras y de humo para disolver un mitin de Pashinian y detenerle junto a otros dos diputados, Ararat Mirzoyan y Sasun Mikaelian.

Pashinian y Sargsian mantuvieron por la mañana una breve reunión de tres minutos que concluyó sin resultados porque Sargsian se negó a conversar ante periodistas y acusó de chantaje a Pashinian, dispuesto a negociar solo las condiciones de una transición de poder.

Previamente, Pashinian declaró el inicio de una «revolución de terciopelo» en el país cuyo objetivo es el derrocamiento del recién elegido Sargsian, quien ocupó presidió la república durante los últimos diez años.

La oposición acusa a Sargsian de haber reformado el sistema político, traspasando competencias de la Presidencia a la Jefatura del Gobierno, con el único fin de perpetuarse en el poder.