Miles de mujeres exigieron en la capital mexicana que los casos de sus hijos desaparecidos no queden en el olvido y recordaron que en el Día de las Madres, no tienen «nada que celebrar».

Después de concentrarse en un lugar simbólico, el Monumento a la Madre, llenaron el emblemático Paseo de la Reforma de carteles y fotografías con los rostros de los desaparecidos. Se leyó una larga sucesión de nombres que son únicamente una parte de las más de 35.000 personas no localizadas en todo el país, según datos oficiales. Una mujer sostenía un cartel en que aparecía una joven desaparecida hace 96 días, mientras un grupo sujetaba una gran pancarta en la que se veía a una docena de personas de las que no se tiene información desde la década de 1970. «Diez de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta» fue una de las consignas más repetidas. «No tenemos nada que celebrar», declaró Elba Hernández, cuyo hijo, Brian Jesús, desapareció junto con otros seis chicos en 2016 cuando acudió a una supuesta entrevista de trabajo.

Las madres llamaron a los ciudadanos a que se sumen a una lucha que, aseguran, es de todos y, a su paso por la sede de la Procuraduría General se detuvieron para entonar un «Ellos son los culpables, ellos son».