M.I.
DEADPOOL 2

El humor mutante hace estragos por doquier

Antes de empezar a hablar de esta comedia gamberra de acción vayamos a lo serio, porque las cifras que obtuvo en el mercado mundial la primera entrega de este superhéroe perteneciente a la franquicia “X-Men” no fueron para tomárselas a broma, toda vez que recaudó 783 millones de dólares. La mayoría de espectadores creen que la secuela es todavía más divertida, así que podría superar dicha cantidad y mantenerse en cartelera hasta bien entrado el verano, con lo que los de la Fox no se han precipitado a la hora de exprimir lo que les queda de la licencia Marvel. Dicen que el cambio de director (David Leitch ha sustituido a Tim Miller) ha sido impuesto por Ryan Reynolds, que no se conforma con ser el actor estelar y mete mano también en los guiones. Se lo puede permitir, al ser quien dota de su personalidad cinematográfica irreverente a esta figura del cómic mediante unas actitudes sexualmente provocadoras y unos diálogos deliberadamente idiotas. Si lo que quería era ser el más autoparódico de los tipos que se disfrazan en una cabina de teléfono traida desde el pasado para la ocasión, no habrá quien le discuta tan infame reinado de la impostura jocosa.