Aritz INTXUSTA
IRUÑEA
Entrevista
PATXI TUÑÓN
DIRECTOR DEL OBSERVATORIO DE LA REALIDAD SOCIAL

«El Estado se desentiende de más de la mitad de los parados navarros»

Patxi Tuñón (Tutera 1951) fue presidente de la Cámara de Comptos de 1991 a 1997. Antes de eso, formó parte del gabinete que asesoró al consejero Jesús Bueno Asín. Entre 2007 y 2011 fue senador autonómico. Es licenciado en Derecho y Economía.

El Observatorio de la Realidad Social, dependiente de la Vicepresidencia de Políticas Sociales, ha terminado un estudio sobre la situación de la población parada que demuestra cómo el Estado se desentiende de un colectivo cada vez mayor de los desempleados.

¿De qué forma afecta a Nafarroa que la Seguridad Social atienda de una forma u otra a los parados?

Hay un sistema público estatal que garantiza prestaciones de desempleo únicamente para quienes hayan generado esos derechos contribuyendo previamente. Luego existen ayudas de tipo extraordinario. Este sistema era válido en el sentido de que cubría bastante bien las necesidades antes de la crisis. Pero ahora falla.

¿En qué sentido?

En el año 2008, prácticamente un 80% de la población desempleada estaba cubierta por ayudas al desempleo. Había, además, una tasa de desempleo que era mucho menor a la que tenemos en estos momentos. Lo que sucedió fue que la crisis lanzó a decenas de miles de personas al paro en Nafarroa. Y lanzó, además, a personas que después se han quedado estancadas en el paro, creando un importante grupo de parados de larga duración. Este es un colectivo que no tiene derecho a prestación por desempleo, porque la ha agotado. Junto con esto, lo que vemos es que la crisis ha tenido otra faceta perversa como es el desmantelamiento del mercado laboral y que afecta de forma particular a estos parados.

¿A qué se refiere?

Hemos pasado de una cierta estabilidad en el empleo a una precarización total. Hablamos de empleos que no llegan a cubrir las necesidades vitales mínimas, de subempleos. Son empleos que duran muy poco tiempo, días incluso, o son a tiempo parcial, por lo son unos trabajos que no generan derecho a percibir prestaciones. Con lo cual, esta bolsa de personas sin derecho a prestación sigue aumentando.

¿Y qué respuesta se está dando a este colectivo?

Lo que hemos conseguido con este estudio es constatar que desde el año 2012 –que es cuando más alta estaba la tasa de desempleo y alcanzaba a 56.000 personas en Navarra– ha comenzado a incrementarse la diferencia entre parados con prestación y sin prestación. En estos momentos podemos decir que el número de parados con prestación por desempleo no llega al 50%. El Estado se desentiende y no les da respuesta.

Es decir, que el Estado se desentiende de más de la mitad de los desempleados.

La gente que ha generado ese ‘derecho’ a prestación a cargo de la Seguridad Social, porque se entiende que ha contribuido a mantener el sistema con cotizaciones anteriores, a día de hoy es menos de la mitad del conjunto de parados. A consecuencia de esto, lo que el Estado abonaba por prestaciones a parados navarros han pasado de 435 millones en 2012 a los 202 millones del año 2017. Es decir, Navarra ha dejado de recibir 233 millones con motivo de este descenso de las prestaciones a personas que tienen un mayor grado de vulnerabilidad por el hecho de no tener trabajo. Lo que demuestra el estudio es que este descenso no se corresponde solo con una bajada del paro, porque aunque el paro baja, el colectivo de parados de larga duración no baja en esa proporción.

¿De cuánta gente hablamos?

Hay unas 20.000 personas que no reciben ninguna prestación contributiva ni subsidio por parte del Estado.

Teniendo en cuenta que Nafarroa aporta al Estado unos 500 millones de euros anuales por convenio, 233 millones supone una cuantía muy notable.

Y además es una cifra que baja continuamente. Esto nos preocupa mucho, porque pese a que Navarra es el territorio del Estado con menos paro, un 10,2%, estamos viendo como nuestro gasto en Renta Garantizada sigue aumentando. Esto prueba claramente que hay un colectivo al que la recuperación no llega. Esa gente que se ha quedado en la estacada es la que nos está demandando la ayuda, porque en Navarra tenemos la Renta Garantizada, que es ya el último colchón al que recurre la gente cuando ya no tiene nada.

¿Qué supone esto para las arcas navarras?

Conforme el Estado deja de atender con prestaciones y subsidios a los desempleados, nosotros tenemos que aumentar nuestros presupuesto para la Renta Garantizada, para compensar. Hay que señalar que el porcentaje de cobertura con prestaciones estatales al colectivo de parados es menor en Navarra y la CAV que en otros puntos del Estado. En parte, esto se debe a la estacionalidad del empleo. En zonas muy turísticas como Baleares, la gente va al paro una temporada concreta, pero trabaja lo suficiente el resto del año como para tener una prestación contributiva al irse al paro. En Navarra el mercado laboral no funciona así, aquí hay muchos parados sin cobertura.

¿Puede concretar a cuánto asciende este esfuerzo a cargo de los presupuestos navarros?

Mientras las ayudas del Estado a los parados han caído en 233 millones, nosotros hemos tenido que aumentar la Renta Garantizada en 70 millones. De ahí que lo que nosotros estamos pidiendo al Estado es repensar cómo funcionan las ayudas al desempleo. Hay que adaptarlas a las nuevas necesidades, porque el colectivo de parados es hoy diferente. Si cada vez menos gente puede acudir a las prestaciones por desempleo, hay que cambiar las condiciones. La precariedad significa que haciendo contratos de un mes, de siete días, no generas derechos a subsidio por desempleo. Entras y sales del paro, pero tu situación no mejora puesto que no cotizas prácticamente nada. Ahora mismo, tienes que tener suerte para obtener un contrato de seis meses y poder cotizar y obtener derechos. Si cambia el mercado laboral, hay que cambiar los subsidios por desempleo. Y no se puede cargar esto a la espalda de las autonomías, porque si Nafarroa no hiciera este esfuerzo los índices de pobreza aumentarían. Ahora mismo, se está reduciendo la pobreza, pero solo gracias a que hemos hecho un esfuerzo con la Renta Garantizado. Sin esta ayuda, la pobreza aumentaría, como ya sucede en otros territorios.

Entiendo que, en estos años, el Estado ha ido dejando la responsabilidad de atender a la población parada en manos de las comunidades autonómicas.

Esa sería la lectura. Por eso, además de repensar las condiciones de acceso al paro, nosotros estamos pidiendo también que se permita compatibilizar las ayudas que se reciben.

Explíquese.

Si un señor recibe una pensión contributiva, que ahora está en 430 euros al mes, Navarra lo podría complementar hasta los umbrales que tiene la Renta Garantizada, que son sustancialmente más altos. Hay que recordar que nuestra Renta tiene en cuenta otros factores, como si hay hijos a cargo o si es el único sueldo que entra en una casa. Supera holgadamente los mil euros mensuales en algunos caso. Según el Estado, ambas ayudas son incompatibles. Si nosotros queremos complementar la ayuda de 430 euros, el Estado retira su dinero. De hecho, a ellos les viene muy bien que expandamos la Renta Garantizada, porque se ahorran el gasto.

O sea, que hay navarros que renuncian a cobrar el paro para poder acceder a la Renta Básica.

Si la renta que aquí consideramos mínima para vivir es sustancialmente más alta que lo que ofrece la Seguridad Social, es lo lógico. Si se pudiera complementar, nosotros ahorraríamos de forma inmediata siete millones de euros. Ahora bien, el PP tiene un proyecto para reunificar todas estas ayudas, pero nosotros nos estamos oponiendo, al igual que la CAV y todas las comunidades autónomas que gobierna el PSOE, pues creemos que tras esta armonización llegan nuevos recortes.

¿En qué punto están esas negociaciones?

Pienso que todas las fuerzas sindicales son conscientes de esta realidad. Las reglas de juego tienen que cambiar, pues con precariedad y salarios bajos el actual sistema no es válido. Hay un dato más, el gasto medio en Navarra por desempleado era de 8.600 euros en 2012 y ahora estamos en 5.400. Este descenso es brutal, de un 37%. Hay que tener en cuenta también que las cifras de las que estamos hablando no son fijas, el dinero que dedica el Estado a atender a los parados navarros tiene una marcada tendencia descendente. Hoy hemos cifrado este descenso en 233 millones, pero de no tomarse medidas continuara bajando. Esto es alarmante, porque se trata de un fenómeno nuevo y tiene que ser atendido de alguna manera.