El presidente italiano, Sergio Mattarella, seguía ayer con las consultas antes de decidir si nombra a Giuseppe Conte, un jurista sin experiencia en cargos políticos, para dirigir un Gobierno al que la Comisión Europea pide una política presupuestaria «responsable» por temor a que ignore sus demandas de «austeridad».

Un portavoz de la Presidencia adelantó que Mattarella no decidiría ayer sobre el nombramiento a la vez que la prensa italiana destacaba las dudas del jefe del Estado sobre la autonomía de Conte, propuesto por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Lega Nord frente a los pesos pesados de los partidos que deberían convertirse en sus ministros.

Mattarella prefirió convocar a los presidentes de las dos Cámaras, Roberto Fico (Diputados) y Elisabetta Alberti Casellati (Senado) para nuevas consultas.

Un eventual rechazo llevaría a nuevas elecciones.

Según la prensa local, Mattarella pidió también garantías al M5S y a la Lega sobre el respeto de los compromisos europeos y alianzas internacionales. Los medios italianos daban por seguro que Matteo Salvini será en ministro de Interior y Luigi Di Maio encabezará un gran ministerio de Desarrollo Económico.

Giuseppe Conte, profesor de Derecho, es especialista en Derecho Civil y Administrativo, y fue presentado antes de las elecciones por el M5S como posible ministro encargado de «desburocratizar» la función pública.

Mientras espera la decisión de Mattarella, su posición ha ido debilitándose rápidamente al ponerse en entredicho su extenso currículum desde varios medios que informaron de que no realizó algunos de los cursos que figuran en el mismo.

Las dudas surgieron cuando el corresponsal en Roma de “The New York Times”, Jason Horowitz, aseguró que en los registros de la New York University no aparece ninguna persona con el nombre de Conte que haya cursado estudios. En el currículum aparece que entre 2008 y 2012 realizó allí cursos de al menos un mes cada verano. El rotativo “Il Messaggero” aseguró que tampoco estudió en la Duquesne University de Pittsburgh ni en la Universidad de Malta, como figura en su expediente.

Indisimulada preocupación desde Bruselas

Las advertencias de los dirigentes europeos a la coalición que se establece en Roma se han multiplicado en los últimos días, sobre todo porque sus intenciones de llevar a cabo una política de estímulo que dispare el déficit público y la deuda. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, prefirió esperar «a que finalice» el proceso de formación de Gobierno, pero su vicepresidente, Valdis Dombrovskis, lanzó una advertencia explícita: «Para nosotros es importante que el nuevo Gobierno italiano mantenga el rumbo y dirija una política presupuestaria responsable». «Italia tiene la deuda pública más elevada de la zona euro después de Grecia» recordó, mientras que el coste del endeudamiento del Ejecutivo italiano para financiar sus déficits en los mercados financieros va en aumento. Por ello, pidió «mantener el rumbo en materia de política económica y financiera, promover el crecimiento a través de reformar y mantener el déficit presupuestario bajo control». «Hay algo preocupante, sí», afirmó la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.GARA