La Fiscalía pide diez años de prisión por los delitos de «adoctrinamiento terrorista y exaltación o justificación del terrorismo» para Daniel Fernández Aceña, un exmercenario del GAL que fue condenado por la muerte de Jean-Pierre Leiba en Hendaia en 1984. Ayer comenzó a ser juzgado en la Audiencia Nacional española. Natural de Irun, fue detenido en Segovia en diciembre de 2016 tras haber viajado a Afganistán, Siria y Palestina, «donde dijo que estaba dispuesto a cometer atentados suicidas».

Los investigadores apuntan a que llevó a cabo «un proceso de radicalización» en verano de 2016 y, según el escrito de la Fiscalía, manifestó ante los siquiatras su voluntad de inmolarse en un autobús en Segovia cuando le proporcionaran explosivos.

En la vista, Fernández Aceña negó haberse convertido al yihadismo y que tuviera la intención de cometer un atentado. Los guardias civiles y los testigos que comparecieron, en cambio, se ratificaron en la versión de que se había radicalizado y quería llevar a cabo un atentado.

Fernández Aceña fue denunciado por malos tratos por su exesposa, por lo que encarcelado hasta abril de 2013.