Ingo NIEBEL
Colonia

El SPD quiere llevar la Ley de Policía bávara a dos cortes constitucionales

Granadas de mano, más espionaje y más competencias. El viernes entra en vigor la nueva Ley de Policía en Baviera, obra del actual superministro de Interior y Patria, Horst Seehofer. Con ella su CSU quiere recuperar los votos perdidos a la ultraderechista AfD.

Aunque ya la semana pasada el Parlamento de Baviera aprobó la denominada Ley de Tareas de Policía (PAG), gracias a la mayoría absoluta con la que cuenta la Unión Social Cristiana (CSU), el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) ha tenido que esperar hasta que ésta entre en vigor el próximo viernes para impugnarla.

En Alemania una ley o una resolución solo existe –jurídicamente hablando– cuando aparece publicada en el correspondiente boletín oficial.

Sobre esta base los juristas del comité regional bávaro del SPD van a preparar sendas demandas que presentarán tanto ante la corte constitucional del Estado Libre de Baviera como también ante la Corte Constitucional Federal en Karlsruhe.

«Vamos a defender al Estado Libre contra la ley antiliberal de la CSU» anunció el jueves la presidenta del SPD bávaro, Natascha Kohnen. «Esta ley recorta la libertad de las ciudadanas y ciudadanos de una manera inaguantable para nuestra democracia y se posiciona con una profunda desconfianza hacia ellos», matizó. Así, el SPD se hace eco de la manifestación que llevaron a cabo 30.000 personas en Munich contra dicha ley.

La protesta no ha puesto solo en alerta al gobierno del ministro-presidente Markus Söder, sino llevó incluso a un alto cargo policial a amenazar al diputado regional socialdemócrata Florian Ritter a través de Facebook, escribiendo que también a él le gustaría «darle en todos los m ...».

El ministro de Interior bávaro, Joachim Hermann (CSU), recurrió al término nazi de la «propaganda de mentiras» para quitar importancia al alto número de manifestantes en la protesta, un tanto inusual para Baviera.

La crítica se centra en primer lugar en que la Ley de Tareas de la Policía no define claramente lo que es un «peligro inminente». Este término es el punto clave de la ley que tiende hacia la prevención dotando a la policía con nuevos instrumentos para que pueda actuar antes de que se produzca un delito.

Un «servicio secreto»

Esta teoría corresponde a la perspectiva de Alternativa para Alemania (AfD) y la CSU, que instrumentalizan el miedo confuso de buena parte de la sociedad imponiendo un concepto de seguridad preventiva.

Los críticos subrayan que, de hecho, la PAG dota a la policía bávara con competencias propias de un servicio secreto.

Para evitar que en Alemania pueda haber otra Gestapo, que disponía de estas y más competencias preventivas, la Ley Fundamental prevé aún una separación entre tareas y medidas policiales por un lado y las de los servicios de inteligencia por otro.

No obstante, el 11-S ha mermado bastante esta separación entre policía y agencias de inteligencia. De hecho, la Ley de Tareas de Policía de la CSU no es sino otra iniciativa más que quiere crear un precedente para las nuevas leyes policiales que otros estados federales están preparando e incluso para la anhelada reforma que debe convertir a la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) en una especie de FBI alemán, con competencias de un servicio secreto interior.

Según la PAG, la Policía bávara tiene ahora la competencia de intervenir comunicaciones telefónicas o de mensajería electrónica como WhatsApp además de poder rastrear ordenadores mediante un software de espionaje.

«ADN ampliado»

Para ello necesita la autorización de un juez, pero en caso de un «peligro inminente» basta también la de un mando policial. Además, en adelante los dos grupos de intervención especial de la Policía bávara podrán usar granadas de mano si el ministro de Interior lo autoriza.

Las patrullas llevan cámaras que filman constantemente pero solo graban si el agente aprieta un botón.

Asimismo, en una situación de «peligro inminente» la Policía podrá recurrir al «ADN ampliado» con la cual se podrá especificar todas las características externas de la persona sospechosa.

Este punto podría suponer una vulneración del derecho a la autodeterminación informativa del individuo en cuestión.

Por ahí podría atacar el SPD bávaro, cuyas demandas afectarán también a la Gran Coalición de la canciller cristianodemócrata, Angela Merkel (CDU), porque se dirige indirectamente contra el superministro de Interior y Patria, Horst Seehofer.

Aparte de armar a las policías federales con nuevas competencias, Seehofer y Söder quieren defender su sacrosanta y ya casi tradicional mayoría absoluta en el estado de Baviera.

Sin embargo, la existencia de la Alternativa para Alemania (AfD) la pone en peligro ya que el partido ultraderechista se ha convertido en el supuesto defensor de la «seguridad ciudadana».