GARA
MASAYA

La operación policial en Masaya moviliza a los obispos

La operación de las fuerzas del Gobierno nicaragüense para acabar con el bloqueo de la ciudad de Masaya encendió la alerta de la Conferencia Episcopal, que advirtió de una ofensiva armada en el barrio de Monimbó.

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, afín a los opositores que llevan a cabo protestas en todo el país desde hace más de dos meses, aseguró que «es una situación gravísima». Denunció que el ataque lo llevaron a cabo policías, «parapolicías» y grupos de choque y que el Gobierno «se prepara para perpetrar otra masacre».

La operación de las fuerzas de seguridad intenta acabar con los «tranques» –cierres de carreteras que han paralizado el país–. Masaya se ha convertido en el epicentro de las protestas desde que el pasado lunes los manifestantes expulsaron al alcalde y se declararon «territorio libre del dictador».

La operación policial llevó al obispo Báez a trasladarse a Masaya en un autobús junto al cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, al nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag y a líderes de la movilización contra el Gobierno.

La crisis de Masaya se produce cuando se esperaba la reanudación del diálogo nacional que la Conferencia Episcopal había suspendido exigiendo que el Gobierno invitara a organismos internacionales a investigar los hechos de violencia en el país. Estos organismos confirmaron ayer haber recibido la invitación.

El Ejecutivo y organizaciones sandinistas acusan a los manifestantes de «delincuentes» y de actos de vandalismo. Exigen el fin de los bloqueos y achacan a los opositores el secuestro y maltrato a funcionarios.