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damasco

Miles de personas huyen de los bombardeos en el sur de Siria

Más de 12.500 personas han huido en los tres últimos días de los bombardeos del Ejército sirio en la provincia de Deraa, en el sur de Siria, ocupada en su mayor parte por rebeldes. Negociaciones entre potencias regionales e internacionales frenan, de momento, la ofensiva.

Más de 12.000 sirios han huido durante los tres últimos días de la provincia de Deraa, en el sur de Siria, en su mayor parte bajo control rebelde y blanco de bombardeos del Ejército. «Por tercer día consecutivo, miles de sirios huyeron de varias localidades en el este de la provincia de Deraa, en medio de la intensificación de los disparos de artillería y de bombardeos aéreos de las fuerzas leales» al régimen, afirmó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, (OSDH), que indicó que los huidos se dirigen hacia localidades cercanas a la frontera con Jordania.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU dio cuenta, por su parte, de que 2.500 personas huyeron hasta el miércoles de una de las localidades situadas en el este de esta provincia.

Según la agencia oficial Sana, «la artillería del Ejército sirio lleva a cabo ataques selectivos contra [...] la ciudad de Hirak, al noreste de Deraa, y contra la ciudad de Basr al-Harir [...] para destruir fortificaciones».

Deraa no está lejos de los Altos del Golán sirios ocupados por Israel. El control de la provincia está dividida entre diferentes grupos rebeldes, las fuerzas del régimen y el Estado Islámico.

Deraa está en la mira del régimen desde que sus fuerzas aseguraron el mes pasado el conjunto de la capital y sus alrededores, tras la expulsión de los últimos rebeldes y yihadistas. El Ejército sirio ha comenzado a trasladar a la región refuerzos y algunas de las unidades que participaron en la ofensiva de Ghuta Oriental.

Sin embargo, el hostigamiento de los bombardeos de los últimos días no parecen preludiar el comienzo inmediato una nueva ofensiva.

Hay negociaciones en marcha entre varias potencias regionales e internacionales sobre esta provincia, así como sobre la vecina Quneitra, controlada en gran parte por los rebeldes.

La cercanía del Golán ocupado por Israel, la frontera jordana y la cuestión de la participación de milicias proiraníes, complican el inicio de la ofensiva, aunque el presidente sirio, Bashar al-Assad, asegura que la opción militar sigue sobre la mesa.