GARA

LA CRUZADA COMERCIAL DE TRUMP, UN FRENTE DE BATALLA EN EXPANSIÓN

El anuncio de nuevos aranceles a más productos chinos por parte de Trump y los gravámenes de respuesta de Pekín han elevado esta semana la intensidad de la batalla comercial abierta por el presidente estadounidense, que sigue sumando frentes.

Con la materialización de la política proteccionista anunciada durante su campaña electoral, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio inicio a una batalla comercial que va extendiendo su frente con el paso de las semanas y en el que la tensión ha ido en aumento en los últimos días.

En el penúltimo capítulo tuiteado el viernes por el mandatario estadounidense la amenaza de nuevos aranceles se dirige a la UE. «Basándome en los aranceles y las barreras al comercio que EEUU y las grandes compañías y los trabajadores sufren en la UE, si estos aranceles y barreras no se eliminan pronto, estaremos aplicando un arancel del 20% sobre todos sus automóviles», anuncia en su cuenta de Twitter.

La advertencia se produce después de que Bruselas respondiera con más gravámenes a la decisión de Trump de levantar la exención de la UE a los aranceles del 25% para el acero y del 10% al aluminio.

La cruzada emprendida por el presidente estadounidense ha disparado la alarma de instituciones como el FMI, que advierte que «un alza de los aranceles y barreras no aduaneras podría ensombrecer los mercados, perturbar las cadenas de producción (...) reducir la productividad mundial y la inversión »; de expertos estadounidenses –un millar de economistas, entre ellos premios Nobel, suscribieron una carta advirtiendo de los riesgos de su política proteccionista– e incluso de sus agricultores.

«Para los agricultores estadounidenses esto ya no es teórico, es francamente aterrador», reconoció el grupo de presión Agricultores por el Libre Comercio cuando Pekín respondió con la aplicación de aranceles a productos estadounidenses agrícolas, especialmente soja, a los gravámenes ordenados por Trump sobre 50.000 millones de dólares en productos chinos.

El mandatario estadounidense pone en riesgo a los agricultores de su propio país con su escalada arancelaria. Sus ingresos ya estaban cayendo desde 2013. «Ya estábamos en un mercado deprimido. Estas incertidumbres comerciales agregan mucho estrés a la situación», advirtió en declaraciones a AFP Jamie Beyer, agricultora de Wheaton, Minnesota, que junto a su marido cultiva soja, maíz, remolacha, trigo y alfalfa.

China

Trump inició la semana pidiendo a su administrador identificar 200.000 millones de dólares de bienes chinos para aplicarles aranceles adicionales del 10%. Fue su respuesta a las represalias «inaceptables» de Pekin después de que Trump anunciara tres días antes tasas del 25% a bienes importados de China por 50.000 millones de dólares para compensar el supuesto robo de propiedad intelectual y tecnología de Pekin.

El Gobierno chino replicó anunciando medidas similares para productos estadounidenses y llamó a los demás países afectados a realizar una «acción colectiva». EEUU ya había impuesto unilateralmente aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% sobre las de aluminio provenientes de cualquier país, lo que afecta a China.

La Administración Trump busca reducir en 200.000 millones de dólares su déficit comercial con Pekín, que en la actualidad asciende a 375.000 millones de dólares.

Unión Europea

Como represalia a los aranceles impuestos por EEUU sobre el acero y aluminio, Bruselas acordó «por unanimidad» tasas contra decenas de productos estadounidenses, entre los que se encuentran el maíz dulce, el zumo de naranja y los arándano. Los aranceles comenzaron a aplicarse ayer.

Las contramedidas europeas buscan compensar en unos 2.800 millones de euros los perjuicios que causarán a su industria los impuestos estadounidenses.

Más adelante, la UE podría aplicar aranceles sobre otros productos estadounidenses, por un valor de 3.600 millones de euros, en caso de que gane un litigio que le enfrenta a Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además, la UE está inquieta por las tasas que Washington considera aplicar a los coches importados. Esos gravámenes, que podrían llegar al 25%, impactarán de lleno en exportadores como Alemania.

Canadá y México

El presidente estadounidense advirtió que las críticas recurrentes del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que considera «insultantes» los aranceles estadounidenses sobre el acero y aluminio, iban a costarle «caro» a Canadá, que anunció medidas comerciales de represalia para julio.

Las negociaciones entre EEUU, México y Canadá para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en vigencia desde 1994 se hallan en riesgo. La industria automovilística se encuentra en el centro de las discusiones. El Gobierno de Trump quiere que los vehículos fabricados en México o Canadá cuenten, de forma mayoritaria, con componentes fabricados en Estados Unidos.

También reclama una «cláusula crepuscular», que forzaría a renegociar el acuerdo cada cinco años, una propuesta que ha encontrado una fuerte resistencia entre los representantes de México y Canadá.

Tras el anuncio de Washington sobre el acero y aluminio, el Ejecutivo mexicano decidió imponer gravámenes equivalentes «sobre diversos productos» importados de Estados Unidos, entre ellos algunos aceros, frutas y quesos.

Rusia

También afectado por las tasas al acero, Rusia informó a la Organización Mundial del Comercio de que está considerando tomar medidas en represalia. Moscú dice que esos aranceles estadounidenses le cuestan unos 538 millones de dólares. Las relaciones comerciales entre los dos países también están marcadas por las sanciones impuestas por Washington contra varias personalidades y entidades, acusadas de participar en los «ataques» de Moscú contra «las democracias occidentales».

Irán

Estados Unidos anunció a principios de mayo su retirada del acuerdo nuclear iraní firmado por la Administración de Barack Obama y acordó restablecer sus sanciones a Teherán a todas las empresas con vínculos con Irán. Dio un plazo de 90 a 180 días a las empresas para retirarse del país. La primera etapa del restablecimiento de las sanciones, fijadas para el 6 de agosto, incluirá al sector automovilístico y aeronáutico civil. El 4 de noviembre se sumarán los sectores energéticos y financiero.

Japón

Afectado desde el pasado mes de marzo por los aranceles aplicados al acero, Japón dio traslado a la Organización Mundial del Comercio de su intención de responder con la aplicación de gravámenes a productos estadounidenses por 385 millones de euros.

En un comunicado conjunto con Bruselas, la Administración japonesa advirtió de que la aplicación de aranceles a los automóviles importados «causaría serias turbulencias sobre los mercados internacionales».

Corea del Sur

La Casa Blanca anunció el 1 de mayo que había renegociado su tratado de libre comercio con Seúl, poniendo así fin al conflicto que mantenían.

Merced al acuerdo, Seúl acepta abrir más su mercado a los automóviles estadounidenses y promete reducir en un 30% sus ventas de acero a Estados Unidos.

India

El Gobierno de Nueva Delhi dio a conocer el jueves que a partir del 4 de agosto aplicará nuevos aranceles a una serie de productos estadounidenses en respuesta al aumento del gravamen al acero y aluminio indios.

Entre los artículos a los que imponen las tasas se encuentran, entre otros, productos agrícolas de alimentación, metales y acero.

Así, la artemia, un tipo de crustáceo, verá incrementados sus aranceles desde el 5% actual al 15%, mientras que el ácido bórico experimentará un aumento desde el 5% al 7,5%. Productos como los garbanzos y las lentejas tendrán impuestos del 60% y del 30% respectivamente, de los que previamente carecían.