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MANILA

Comunistas renuncian al proceso de paz con el «régimen de Duterte»

La guerrilla comunista filipina Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) y su brazo político, el Partido Comunista, renunciaron ayer a llevar a cabo un proceso de paz con «el régimen» de Rodrigo Duterte y centrarán sus esfuerzos en «derrocar» al presidente.

«Mientras él encabece el Gobierno, el pueblo filipino, especialmente los oprimidos y explotados, no pueden esperar ningún beneficio de negociar con el régimen de Duterte», afirmó en una nota el fundador del Partido Comunista de Filipinas, José María Sison, desde su exilio en Holanda.

Bajo el mandato de Duterte, que inició en junio de 2016, se relanzaron en Oslo las negociaciones entre el Gobierno y el Frente Democrático Nacional de Filipinas, la plataforma que aglutina a varias organizaciones de izquierda, como el Partido Comunista y el NEP.

Las partes tenían previsto reunirse ayer en Oslo para firmar un acuerdo provisional, pero Duterte ordenó hace dos semanas la suspensión de los contactos durante tres meses para revisar todos los pactos logrados hasta la fecha con los comunistas e iniciar consultas públicas.

La decisión molestó a los comunistas, que acusan a Duterte de conducir el proceso de paz a un «callejón sin salida» y de querer aprovechar esos tres meses de pausa para intensificar la ofensiva contra ellos.

«Seguimos la guerra»

Sison anunció que «no se va a desperdiciar el trabajo y los borradores de acuerdos ya alcanzados», pues se podrán aprovechar en una futura mesa con otro gobierno.

«Si no están dispuestos a hablar conmigo, está bien. No tengo ningún problema con eso, así que seguimos la guerra», reaccionó Duterte.