Al menos 19 personas murieron ayer en un atentado suicida en la ciudad afgana de Jalalabad, que visitaba el presidente Ashraf Ghani. El suicida se hizo explotar en un mercado situado a cientos de metros del edificio de la gobernación provincial donde Ghani mantenía reuniones.

Entre los 19 muertos figuran 12 sijs e hindúes, y otras 20 personas resultaron heridas. La explosión provocó varios incendios, con automóviles quemados y espesas columnas de humo que se elevaban sobre los puestos del mercado. En el hospital, los familiares de las víctimas lloraban y se abrazaban a la espera de noticias de sus seres queridos.

Pequeñas comunidades de sijs e hindúes residen en esta nación de amplia mayoría musulmana.

Ghani había llegado a Jalalabad para inaugurar un hospital en el marco de una visita de dos días a esta provincia situada en la frontera con Pakistán.

La víspera el presidente había ordenado a las fuerzas de seguridad reanudar la ofensiva contra los talibanes tras expirar el cese el fuego gubernamental de 18 días.

Esta tregua unilateral del gobierno coincidió con el alto el fuego de los talibanes por el fin del ramadán, que los insurgentes rechazaron prolongar.

A la vez, la enviada estadounidense Alice Wells visita Kabul como parte de los esfuerzos para presionar a los talibanes a comprometerse en negociaciones de paz. Los talibanes insisten en mantener conversaciones directas con EEUU y rechazan las ofertas de Kabul, lo que Wells calificó de «inaceptable».