Joseba ITURRIA

EL INCIDENTE DE ROWE DEJA EN EVIDENCIA LA TENSIÓN DEL SKY CON EL PÚBLICO

Luke Rowe protagonizó un incidente antes de la etapa del miércoles al arrebatar a un aficionado bretón un cartel de las manos con el lema «Sky go home» tras una semana en la que desde la presentación de la carrera el público ha mostrado su rechazo al equipo y a Froome.

No es fácil en un deporte como el ciclismo correr con la oposición de los aficionados además de la de los rivales. Y ese será un inconveniente más que deberá superar Chris Froome, que se ha esforzado por ser correcto y amable con el público del Tour, pero nunca ha sido muy apreciado. Ya en 2015 un aficionado le arrojó un vaso de orina y le llamó «dopado» en el transcurso de una etapa con final en Mende.

«Estoy muy decepcionado por escuchar estas cosas. Sé que es una minoría, pero para mí la responsabilidad recae en los medios de comunicación. Son personas y no han sido todos los medios de comunicación, pero después de mi victoria ha habido un tratamiento irresponsable. No voy a abandonar la carrera porque un tipo me haya insultado. Sé que estoy limpio y sé todas las cosas que hice para llegar hasta aquí. Esto es decepcionante, pero ¿qué más podemos hacer los ciclistas para impulsar un ciclismo limpio?», decía entonces Chris Froome a “L’Equipe”.

No fue el único incidente, el inglés ha sido uno de los corredores más pitados por el público en el Tour. Si ya sin ningún control antidopaje adverso, Froome tenía que correr en un ambiente contrario, este año tras superar la tasa permitida por salbutamol en la pasada Vuelta y el deseo de ASO de vetar su presencia en la carrera esas muestras de rechazo han sido más notorias y el punto más destacado fueron los abucheos y los pitos generalizados con los que fueron recibidos el Sky y Froome en la presentación de los equipos en la salida de la Vendée.

Tras ese día Froome trasmitió que «si no les gusto, lo entiendo, pero lo que pueden hacer es animar a otros corredores o ponerse el maillot de un equipo al que apoyen y no provocar ningún incidente en la carrera». En la misma línea su compañero Geraint Thomas trasmitió que «no me importa si la gente comienza a insultarlo, pero tirarle cosas o tratar de intimidarlo, o simplemente influir en la carrera, eso va demasiado lejos. Esperemos que estas muestras de rechazo se queden solo en palabras o en pancartas. Tengo toda la confianza en que los organizadores harán un Tour lo más seguro posible y no pasará ningún incidente».

Cartel contra Brailsford

Dentro de este ambiente, Luke Rowe reaccionó ante un cartel que pedía la marcha del Sky de la carrera en la salida de la quinta etapa, al arrebatárselo de las manos y tirarlo al suelo. En un primer momento negó ante los periodistas el incidente, pero al término de la etapa dijo que «estaba allí junto a dos niños vestidos con camisetas del Sky. Se estaba riendo. Fue una broma y después les di dos bidones a sus hijos y me divertí».

El aficionado de Lorient que tenía el cartel, Didier Bregardes, negó esta versión, pero quiso explicar que el cartel no iba dirigido a los corredores sino al máximo responsable del Sky, Dave Brailsford, por menospeciar al presidente de la UCI, David Lappartient, que además es el alcalde de Sarzeau, llegada de la cuarta etapa del Tour. «No tengo nada en contra de Froome ni de los corredores, pero es la forma en que la que se maneja el mánager del Sky, Brailsford. Estoy de acuerdo con lo que dijo Lappartient. Es insultante lo que dijo Brailsford sobre él, sobre que es un pequeño alcalde de un pueblo pequeño», explicó su cartel el aficionado protagonista del incidente a los periodistas.

froome ya golpeó a un aficionado en la pasada edición por el riesgo de caída

Froome siempre tiene miedo a caídas provocadas por el público y tanto él como su equipo esperan que el rechazo de algunos no se traduzca en ningún inciente en carrera. En varias ocasiones ha soltado la mano para apartar a aficionados que corrían junto a él y en el pasado Tour propinó un puñetazo a un colombiano en la etapa que ganó entre Pau y Bagnères de Luchon: «No tengo nada en contra de los aficionados colombianos. Pero uno iba muy cerca de mi manillar y por eso respondí. No quería hacerle daño. Es bonito ver este apoyo en las subidas, pero es importante que no corran junto a los corredores», dijo.

No han sido muchos los casos de aficionados que han provocado caídas de ciclistas. El más reciente fue el del año pasado en la Vuelta de Maxim Belkov, al que una persona con deficiencia le empujó para intentar ayudarle y lo lanzó por encima de las vallas fuera de la carretera.J.I.