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La campaña para liderar el PP acaba con una guerra total de cifras y nombres

El PP puso anoche punto y final a su primera campaña para elegir a su nuevo líder, que se cierra con una guerra total de cifras y nombres entre las candidaturas de Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría y con ambos equipos asegurando tener la victoria en sus manos.

Tanto Pablo Casado como Soraya Sáenz de Santamaría eligieron Madrid, donde hoy empieza el congreso extraordinario del PP, para cerrar sus respectivas campañas, mientras sus equipos seguían trabajando sin descanso para recabar más apoyos, en una jornada frenética en la que desde uno y otro lado se insistía en contar con mayorías holgadas para ganar.

Los partidarios de Pablo Casado, muy activos en las redes sociales, las llenaron de mensajes de adhesión, mientras desde su candidatura se enviaba a los medios todos y cada uno de los apoyos nuevos que iban haciéndose públicos.

Un «bombardeo» que comenzó el miércoles por la noche, cuando empezaron a salir a la luz apoyos –hacia uno y otro lado– de dirigentes y cargos gallegos, después de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez- Feijóo decidiese mantenerse oficialmente en la neutralidad.

Desde el entorno de Casado se llegó a asegurar ayer por la mañana que la victoria está atada y se sugirió que Sáenz de Santamaría pensaba retirarse.

El equipo de la exvicepresidenta del Gobierno español lo negó tajantemente y atribuyó esta «intoxicación» a los «nervios» del candidato. Su director de campaña aseguró que cuentan ya con el 63% de los apoyos y siguen «subiendo».

«Dos terceras partes»

Pablo Casado comió con varios exministros del Ejecutivo de Rajoy –al final, reunió a siete– y presumió de tener el apoyo de «dos terceras partes» del anterior Gobierno. Y rechazó la idea de que a Mariano Rajoy le pudiera molestar ese almuerzo.


Foto difundida por el exministro de Interior español Juan Manuel Zoido

Desde la candidatura de Sáenz de Santamaría respondían a este encuentro subrayando que no es cierto que Casado tenga tantos apoyos del anterior Ejecutivo, porque solo cuenta con el «posible» respaldo de ocho.

El equipo de la exvicepresidenta, además, contraprogramó con una foto de todos ellos trabajando en la sede de la calle Génova, en la que también aparecían varios ministros que trabajan con ella en esta carrera.


Foto difundida por el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría

Por la mañana, los dos candidatos insistieron en estar seguros de su victoria.

Sáenz de Santamaría advirtió de que las elecciones se ganan «ocupando el centro del tablero» y abarcando todo el centro derecha, pero no dirigiendo el partido a «una esquina», como sugirió que está haciendo Casado. También afirmó que para ella sería más fácil integrar, porque no se ha metido «con nadie» en esta campaña, y recordó que en su candidatura todos pueden compartir los mismos principios y valores.

Casado defendió que el PP plantee sus ideas «sin complejos» y dijo que no pretende «ideologizar» sino plantear «políticas reales» como la bajada de impuestos, y volvió a criticar su rival por eludir el debate.

En manos de 3.082 personas está la elección del futuro líder del PP, que deberán definir si no lo han hecho ya, antes de mañana por la mañana. Será después de dos días de un cónclave extraordinario que hoy tendrá como protagonista a Mariano Rajoy, con su último discurso como presidente del partido.