Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Egileor y Domínguez ensalzan el carácter popular y participativo de Aste Nagusia

Zorion Egileor y Saioa Domínguez vistieron ayer por primera vez en público los trajes que les distinguen como pregonero y txupinera de Aste Nagusia. Ambos ensalzaron el carácter popular de unas fiestas que cumplen 40 años de su primera edición. El polifacético Egileor incidió en que fueron posibles gracias a todos.

A nueve días de que se asomen por el balcón del Arriaga para recibir a Marijaia y dar inicio a la semana más larga del año, Zorion Egileor y Saioa Domínguez fueron ayer presentados oficialmente como pregonero y txupinera, respectivamente. Orgullosos del papel que encarnarán como símbolos de Aste Nagusia, ambos destacaron su carácter popular y participativo.

Quien fuera locutor de Herri Irratia rememoró cómo surgió la idea de organizar en 1977 una kalejira para reivindicar unas fiestas populares para Bilbo. Egileor incidió que tuvo la fortuna de disponer de una arma poderosa por entonces, la radio, a través de la que logró reunir a 5.000 personas. «Fui un Peter Pan absoluto», confesó el también actor y compositor.

«Menuda la que organizaste», enfatizó la edil Itziar Urtasun, presidenta de la Comisión Mixta, al presentarle, subrayando que era el «mejor» candidato de los barajados para leer el pregón en esta efeméride.

A partir de ahí, recordó, el trabajo no fue fácil. Las comparsas, que apuntó ya estaban «maquinando» cómo promover unas fiestas populares y con las que tenía contacto, se pusieron al frente. Tras un «arduo trabajo» y «fuertes discusiones», nació Aste Nagusia en 1978. Subrayó que, «entre todos», la sacaron adelante, citando la aportación efectuada por sus amigos Juan Carlos Eguillor, autor del primer cartel; y Mari Puri Herrero, la artista que creó a Marijaia; o de quien era el responsable municipal de Relaciones Públicas, Guillermo Fernández.

«Un poco de teatro»

Egileor admitió que le ilusiona ser quien lea el pregón aunque siente cierto pudor que oculta con «un poco de teatro». Lo llevará escrito, apuntó, ante el temor de que «si me caliento, os doy la chapa». «Lo haré en euskara y castellano, por igual, luego diré todo ‘goras’ y a andar formal», avanzó. Interpelado sobre el contenido del mensaje que lanzará desde la balconada del Teatro Arriaga, dijo que «soy el pregonero, no un misionero». Reconoció que «hay muchas cosas que reclamar» pero precisó que eso «debe hacerse todos los días». «Para ser progre, hay que conocer lo antiguo», defendió.

«Orgullosa» también se mostró Saioa Domínguez, la comparsera de Aixeberri, que será la encargada de lanzar el txupin. «Me siento muy contenta y orgullosa de representar a todos los bilbainos en unas fiestas hechas por el pueblo y para el pueblo gracias a la mecha que encendió Zorion», manifestó. «Me ha costado 41 años conocer a Saioa», respondió Egileor.

Domínguez, que reclamó que haya un txupin limpio y una fiestas sin agresiones, destacó que en Aste Nagusia «hay cosas para todo el mundo. Son –precisó esta bioquímica que trabaja en la investigación contra el cáncer– unas fiestas libres, donde todo el mundo tiene que sentirse a gusto».