M.I.
MENTES PODEROSAS

Solo sobrevive la juventud más dotada

L a animadora de origen coreano Jennifer Yuh Nelson se pasa al cine de acción real, después de haber dirigido la segunda y tercera parte de “Kung Fu Panda”. Lo hace adaptando la primera novela del ciclo literario de la joven escritora Alexandra Bracken, “The Darkest Minds Series”, al objeto de generar la consiguiente franquicia cinematográfica para adolescentes. Por eso la inversión inicial es la de una producción media en Hollywood de 34 millones de dólares, a fin de que haya un margen en taquilla para que esta entrega inicial tenga la deseada continuidad. Como los estudios demográficos dicen que hay un público potencial en esa franja de edad que los anglosajones denominan “young adult”, se supone que no debería pasar por dificultades para atraer a la audiencia joven amante de las distopías generacionales, que enfrentan a quinceañeros y personas maduras en escenarios futuristas. A resultas de una pandemia solo sobreviven los niños y niñas más dotados, a los que el gobierno confina en campos de concentración por temor a sus poderes mentales. De uno de ellos escapa la heroína de 16 años Ruby, que se une a un grupo rebelde interracial de chicos y chicas en su misma situación.