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«Grietas», de Iñaki Olazabal, una metáfora de las situaciones críticas

Iñaki Olazabal presenta en la sala del Horno de la Ciudadela la exposición «Grietas», una instalación escultórica de poliedros irregulares que representan de modo abstracto máscaras y que quiere ser metáfora de las situaciones críticas que rodean a las personas. La muestra está abierta hasta el día 9 de setiembre.

La instalación “Grietas”, tal y como describe el texto de la exposición de Fernando Golvano, está compuesta por cinco poliedros irregulares «que vendrían a representar de modo abstracto a cinco máscaras de personajes que orientan su mirada, oculta por una barra de madera pintada, a un cono suspendido del techo. Un cono que sin alcanzar a tocar la base circular apoyada en el suelo señala las grietas que han surgido en ella». La imaginación del público completa la acción que se ve a posteriori: esa pieza, que se asemeja a un péndulo de rara clasificación, parece haber sido la causa de esas grietas.

De esta manera, el autor quiere «suscitar asombros y paradojas visuales que hacen más compleja la experiencia siendo las grietas metáforas de situaciones críticas que rodean al espectador».

Intuición

Olazabal, tras comenzar con la talla, la abandonó para optar por un proceso constructivo basado en el ensamblaje de piezas de zinc a través de la soldadura. En su trabajo, apenas proyecta bocetos para sus piezas. Opta por la intuición y por ir construyendo las piezas basándose en valores abstractos y gestos expresionistas, como por ejemplo se ve en las marcas que grafía en la superficie y que surgen en el proceso sin premeditación.

Continuando con el texto de Golvano, «lejos de interesarse por una tendencia desmaterializadora, Olazabal reafirma un énfasis objetual de sus piezas para una experiencia fenomenológica de las mismas. Partiendo de sus valores materiales y de sus formas diríase que reclaman una participación activa de nuestra percepción en un espacio específico. De ahí que a menudo prefiera instalaciones o un conjunto de esculturas para crear un entorno espacial y temporal de apropiación simbólica que la disposición piezas solitarias y autosatisfechas». Ejemplo de esto último es la exposición en el Horno.

Iñaki Olazabal Eceiza (Andoain, 1959) inició su formación escultórica en 1983 en el taller de Sorabilla dirigido por Xabier Laka, escultor que promovía el ideario pedagógico y escultórico de Oteiza. Olazabal continuó su formación en Alemania en la escuela Kunstakademie de Düsseldorf entre 1991 y 1993 en donde adquirió una posición más autocrítica pero con el anhelo de dar forma al postulado de la escultura social. También participó en cursos en Arteleku impartidos por Fernando Sinaga, Angel Bados y Juan Muñoz que le darían nuevas aportaciones teóricas, estéticas y constructivas para desarrollar su propio programa escultórico.

Ha expuesto en Koldo Mitxelena de Donostia, Musee Getary, Museo de Baiona, Sala Kubo Kurssal, varias ediciones de Arco con galerías de arte como Moises Pérez de Albéniz o Carreras Mujica y en numerosos espacios públicos y privados nacionales e internacionales.

El artista andoaindarra ha realizado proyectos como el Río Oria que consta de un conjunto escultórico de siete piezas distribuidas desde el yacimiento del río hasta su desembocadura, en Zegama, Ordizi, Ikaztegieta, Tolosa, Andoain, Zubieta y Orio.

Olazabal tiene obra en colecciones de Artium, Diputación de Gipuzkoa, Diputación de Alicante, Juntas Generales de Gipuzkoa, Kutxa, Museo Beatrix Enea de Angelu y en colecciones municipales de Alcobendas, Andoain, Gasteiz, Zumaia, Ordizia y Urdazubi.

La muestra puede visitarse hasta el 9 de setiembre de martes a viernes de 18.30 a 21 horas; los sábados de 12 a 14 y de 18.30 a 21.00 horas y los domingos y festivos por la mañana de 12.00 a 14.00 horas. Los lunes la sala permanece cerrada,