Mikel CHAMIZO

El encuentro de dos mundos interpretativos

El segundo recital de Los jueves de San Telmo reunió en el claustro del museo a dos solistas muy activas en el circuito español: la violinista ibicenca Lina Tur Bonet y la pianista donostiarra Judith Jáuregui. La primera es una intérprete todo terreno, capaz de abordar con solvencia 400 años de repertorio, mientras que Jáuregui se ha centrado mucho en la música francesa y española de las primeras décadas del siglo XX. En este recital, centrado precisamente en ese período, era inevitable que fuese Jáuregui quien finalmente llevó la voz cantante, delimitando con refinamiento el tipo de sonido y los rasgos estilísticos que requerían las interpretaciones.

Tras una dubitativa “Sonata” de Granados, el dúo comenzó a funcionar a pleno rendimiento con la “Sonata para violín y piano” de Debussy. El contraste entre el arco con mucho peso de Tur Bonet y la paleta sonora cristalina del piano de Jáuregui terminó funcionando mejor de lo esperado, especialmente en los pasajes de dinámicas más intensas. Pero lo mejor del recital llegó en la segunda parte, con los dos últimos movimientos de la “Sonata” de Maurice Ravel. La precisión tímbrica y rítmica de Jáuregui y la expansividad de Tur Bonet se combinaron aquí a la perfección para firmar una versión fulgurante de la obra maestra del compositor vasco.