La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de EEUU Donald Trump, hicieron un llamamiento a Rusia para que «modere» al Gobierno sirio de cara a la inminente ofensiva sobre la provincia de Idleb, casi el último bastión de los rebeldes sirios. Merkel y Trump hablaron sobre la evolución de la guerra ante la que los diferentes actores adaptan su papel. Así, Irán anunció ayer un acuerdo para continuar con su implicación. El ministro iraní de Defensa, Amir Hatami, concretó que Teherán apoyará la reconstrucción de la industria militar siria .

A su vez, los jefes de Estado de Turquía, Rusia e Irán celebrarán el próximo día 7 de setiembre una cumbre en Teherán para analizar la situación de la guerra. La ofensiva de Idleb será uno de los asuntos a tratar.

Tras varias semanas de bombardeos y de refuerzos de tropas alrededor de toda la provincia, el Ejército sirio cerró ayer los cruces que conectan las zonas controladas por sus fuerzas y las que se encuentran bajo el dominio de las facciones insurgentes. Cientos de civiles han logrado huir antes del cierre.

Turquía, que tutela a varios de los grupos insurgentes en Idleb, advirtió de que una ofensiva «provocará enfrentamientos armados prolongados y una catástrofe humanitaria», mientras Moscú acusa a los rebeldes de preparar otro ataque químico.