GARA
JERUSALÉN

El fin de la financiación de EEUU a la Unrwa alarma a los refugiados palestinos

La población palestina reaccionó con ira y temor a las consecuencias del fin de la financiación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos por parte de su principal contribuyente, EEUU.

La población palestina, convencida de que Estados Unidos quiere liquidar su causa, reaccionó con ira y preocupación a la decisión estadounidense de poner fin a la financiación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), cuya ayuda a millones de personas está ahora en juego.

Washington, que hasta el año pasado era de largo el mayor contribuyente de la Unrwa, no seguirá contribuyendo a esta «operación irremediablemente sesgada». El pasado enero, ya recortó buena parte de sus aportaciones a la Unrwa por lo que este año solo entregó 65 millones de dólares en lugar de los más de 360 millones previstos, lo que ha supuesto graves problemas económicos a la agencia para mantener sus servicios. La decisión anunciada el viernes implica que esa será la última donación del Gobierno de Donald Trump.

Después de haber atizado el conflicto con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, EEUU respalda ahora al sionismo en la negación del carácter de refugiados con derecho a regresar a sus hogares de cientos de miles palestinos. Para los palestinos, el derecho al retorno de quienes huyeron o fueron expulsados en 1948, tras la creación del Estado de Israel, es un punto fundamental de su causa. El anuncio llega después de que EEUU anunciara además el recorte de más de 200 millones de dólares en ayuda bilateral para Palestina.

Para Hanan Ashwrawi, un alto funcionario palestino, el último gesto de Washington es «cruel e irresponsable». «Los refugiados palestinos ya son víctimas que perdieron sus hogares, sustento y seguridad como resultado de la creación del Estado de Israel. Una vez más, están siendo víctimas de la administración estadounidense en apoyo de la ocupación militar de Israel durante décadas».

La Unrwa se enfrenta ahora a la amenaza de cierres en su red de escuelas y centros de salud. En Gaza, donde la mayoría de los niños aprenden en escuelas de la agencia, se teme por el futuro de su educación. «Si detienen completamente la ayuda, tendrá un gran efecto en nuestros niños», señaló Abu Mohamed Huweila, en el campamento de refugiados de Jabalia, en el norte de la Franja.

Otro habitante de Gaza, Hisham Saqallah, estimó que la decisión de EEUU es «chantaje político». «No creo que pueda eliminar nuestra causa palestina. Es una causa. Si se detiene la ayuda, la lucha palestina continuará», afirmó.

La Autoridad Palestina y los países de la Liga Árabe denunciaron la medida, mientras Hamas señaló que coloca a EEUU «en la posición del enemigo de nuestro pueblo y del mundo árabe y musulmán».