Ane URKIRI ANSOLA
GIJÓN
BALONMANO

No hay mejor forma para arrancar la temporada

Bera Bera venció 17-25 al Liberbank Gijón y alzó su séptimo trofeo de la Supercopa, el primero del curso.

LIBERBANK GIJÓN 17

BERA BERA 25

 

Ganar o perder, las dos caras de la misma moneda pero, a la vez, muy diferentes. Empezar ganando la temporada oficial era importante para un Bera Bera que tendrá que afrontar la previa de la Champions el próximo fin de semana, además de compaginarlo con los partidos del inicio liguero. 

Es por ello que el séptimo título de la Supercopa puede suponer un plus anímico, además de tomarse la revancha al equipo revelación de la temporada pasada y vigente campeón copero. Hubo tiempo para todo en sesenta minutos: se sufrió, se vio alguna muestra de superioridad –condicionado, muchas veces, por la corta plantilla del rival– y hasta hubo un espejismo de deja vu. 

Como era de esperar, el partido iba a estar marcado por la labor defensiva. Y en dicha dinámica le costó arrancar al Bera Bera. Su primera ventaja clara la obtuvo en el minuto 13, en cuanto Judith Sans acertó en el segundo contragolpe que pudo fabricar la escuadra donostiarra. Las entrenadas por Diego Lafuente supieron anular eficazmente el mejor arma del Bera Bera y es por ello que las de Imanol Álvarez no se sintieron cómodas en la primera mitad. 

Ni la jugada fatídica de la expulsión por tarjeta roja de la guardameta Estefanía Ruíz iba a rendir al Liberbank Gijón, que encontró a la perfecta aliada en su guardameta suplente, Raquel Álvarez, que reaparecía en el equipo astur. Tres paradas consecutivas –una de ellas en un lanzamiento de siete metros ejecutada por la gran maestra Adriana Cardoso– iba a permitir iluminar el camino a sus compañeras. Consiguieron disminuir la renta a dos goles pero iba a ser un espejismo. 

 

Arderius y Etxeberria

Y es que en el otro bando, bajo los palos de Bera Bera, también se encontraba otra guardameta enrachada como es Castellanos (ocho intervenciones), a la que le cogió el testigo Arruda en la segunda mitad con otras tantas paradas. Las de Lafuente comenzaron a atascarse, necesitaban ideas nuevas ante un sólido Bera Bera que mostró sus credenciales mediante las dos galardonadas del viernes: Etxeberria y Arderius. 

Mientras en la primera parte fue Karsten quién tiró del carro en las tareas ofensivas, en la segunda Arderius consiguió afinar ante la portería y en el tramo inicial las donostiarras ya lograron una ventaja de cinco goles. Esa ventaja solo se vio reducida en el minuto 50 cuando en diez minutos el parcial favoreció a las locales (4-2). La buena racha de las gijonesas vino, en parte, por la gran actuación de su guardameta junto con las penas máximas provocadas –ejecutaron hasta cinco lanzamientos de siete metros–. 

Sin embargo, cuando parecía que Renata Lais Arruda no iba a remontar su frustración por no detener ningún tiro desde los siete metros, intervino en la jugada clave, permitiendo así volver a aumentar la ventaja. Motivadas en el tramo final, en los últimos cinco minutos Bera Bera impuso un parcial de 2-4 hasta llegar al definitivo marcador: ocho goles de diferencia (17-25). 

Imanol Álvarez repartió los minutos entre todas las jugadoras disponibles –exceptuando la tercera portera Zugarrondo–, demostrando con notoriedad que cuenta con una plantilla de garantías. Habrá que ver cómo la gestiona en los dos partidos que disputará en Polonia para obtener el pase a la Champions League, pero empezar la temporada alzando un título puede ser el ingrediente perfecto para sorprender en dicha fase. 

El Liberbank Gijón fue un digno rival en la Supercopa, como el Bera Bera fue justo campeón del título. Aún falta por ver la mejor versión de las donostiarras pero seguro que la tienen guardada para cuando llegue el “Tourmalet” de setiembre.